El fiscal Florentino Malaponte analizó la seguidilla de asesinatos que tiñó de sangre este miércoles diferentes barrios de la ciudad y descartó desde el vamos que haya alguna relación de fondo entre esos casos. En tanto, el subsecretario de la Fiscalía General, Juan Sánchez, observó con preocupación semejante saldo de violencia que produce el fácil acceso de la población a las armas de fuego.

“No podemos vincular un hecho con el otro: buscamos patrones comunes y no tenemos nada. Hoy tomamos más declaraciones testimoniales, y algunas cámaras de seguridad de locales cercanos pueden servirnos”, aclaró el fiscal Malaponte al mediodía, en los albores de las cuatro investigaciones. En consonancia con su diagnóstico, Sánchez aclaró que “no todos los homicidios se vinculan con bandas, como sucedió a principios de año (caso de los clanes Funes vs Camino), porque son multicausales, no nos podemos quedar con una sola cuestión, por lo que sectorizamos dentro de los barrios, las condiciones económicas, edades y medios de comisión de los crímenes”.

De los cuatro homicidios, el fiscal recordó que en dos de ellos hubo dos menores heridos de gravedad. Sánchez destacó con preocupación que en el último de ellos se hizo uso de un arma de guerra de alta complejidad, ya que “la víctima estaba dentro de una casa en un living, y el disparo desde la calle aparentemente traspasa un mueble, le da en el pecho y queda tendido en el lugar. Había otras personas en la casa y no fueron heridas. Es un acceso a armas de gran poder, no de calibre chico”. Se refirió al asesinato de Alexis Pereyra, ocurrido el miércoles a la noche en su casa de Rueda al 5300.

Sánchez reconoció que en abril hubo un pico importante en relación con los meses anteriores, y adjudicó el crecimiento de víctimas al uso de armas de fuego, que son desde comienzos de año el 87 por ciento de los crímenes, y “hubo 86 víctimas en 73 hechos, o sea que en muchos hechos hubo más de una víctima”.

En este sentido, el funcionario del Ministerio Público Fiscal enfatizó en que “hay que desarmar a la sociedad civil, porque la cantidad de personas habilitadas son muchas, o sea que son armas que fueron compradas de manera legal pero que luego, por alguna razón, circulan y terminan en el mercado negro. Trabajamos en hechos ya acaecidos, pero buscando que no haya armas de fuego para reducir la cantidad de muertes”, dijo Sánchez.

El funcionario judicial dijo acerca de los homicidios que van en el año que “el 75 por ciento de las víctimas son jóvenes de menos de 35 años, y casi el 50 por ciento de hechos son con vehículos, mitad motocicletas y mitad autos”.