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El departamento encargado del monitoreo cibernético en China, la Administración del Ciberespacio de China (CAC), anunció la suspensión de más de 9.800 cuentas en redes sociales al considerar que publicaban informaciones que se situaban fuera de los marcos legales establecidos.

La campaña de "limpieza y rectificación de una serie de fenómenos incontrolados" arrancó el pasado 20 de octubre. El órgano censor acusó a las populares plataformas sociales WeChat -equivalente chino de WhatsApp, propiedad del gigante tecnológico Tencent- y Sina Weibo -el Twitter chino- de "falta de responsabilidad, gestión negligente y tolerancia ante la proliferación salvaje" de este tipo de cuentas.

Según el documento, algunos de estos usuarios "propagaban información política dañina, alteraban maliciosamente la historia del Partido y del país, calumniaban a héroes y desacreditaban la imagen del país".

"Otros creaban rumores, diseminaban informaciones falsas y perturbaban el orden social normal", agregó. La CAC también señaló que algunas de estas cuentas publicaban pornografía, "desafiaban a la moralidad", extorsionaban a otros usuarios o infringían los derechos de autor, entre otras acusaciones.

China es el país con más usuarios de internet del mundo (alrededor de 700 millones) pero a la vez uno de los que ejercen mayor control en los contenidos de la web, como muestra el hecho de que populares webs como Google, Facebook, Twitter o YouTube están bloqueadas en el país desde hace años.