__tadevel:head__

Arte urbano no es lo mismo que vandalismo. Para que quede claro, la Municipalidad lanzó este martes una novedosa iniciativa en la que apunta, por un lado, a limpiar las fachadas del Área Histórica de la ciudad y, por otro, generar una suerte de galería de “arte al paso” en las persianas de las casas cuyos dueños estén de acuerdo con la movida. La idea surgió de la Secretaría de Ambiente y Espacio Público y apunta al sector delimitado por las calles San Lorenzo, San Luis, Oroño y Buenos Aires.

La primera etapa, que comenzó esta semana, implica intervenir fachadas, frentes y persianas que contengan afiches, pegatinas y/o graffitis, con una propuesta que se desarrollará en forma colaborativa con los vecinos involucrados. En ese sentido, personal municipal ya recorre el sector para ofrecer el servicio. La invitación es optativa para el vecino, y consta de la pintura de frentes, retiro de graffitis con hidrolavado e intervención artística en persianas: para ello, el municipio pondrá a disposición la mano de obra, estando el propietario a cargo del costo de la pintura necesaria.

Respecto a las intervenciones artísticas para las persianas, desde el municipio indicaron que en los próximos días se abrirá una convocatoria para que artistas de la ciudad puedan anotarse y ofrecer sus proyectos, generando una galería de “arte al paso” en esos sitios. "Es importante diferenciar entre vandalización y arte urbano. Nosotros alentamos esto último, y por ello queremos que, siempre con permiso de los propietarios, profesionales rosarinos puedan expresarse mediante esta forma", indicó la secretaria de Ambiente y Espacio Público, Marina Borgatello.

Es que desde el municipio entienden que “jerarquizar estos espacios disminuye a mediano plazo la vandalización de los mismos”. “Está comprobado que las mejoras si son visibles generan reacciones positivas y en cadena en el entorno. Si un vecino cualifica un frente, es probable que los vecinos de su entorno inmediato también quieran hacerlo, aportando al paisaje urbano”, concluyó Borgatello.