El mate es una infusión con hojas de yerba mate, un árbol nativo de la selva Paranaense, que se extiende entre Argentina, Brasil y Paraguay. Los argentinos, uruguayos, paraguayos y brasileños son los consumidores más conocidos de esta bebida en el mundo.

Sin embargo, pese a que Siria está muy lejos de América del Sur, tomar mate se tornó una costumbre muy común entre sus ciudadanos en las últimas décadas, como es el caso de Omar y su familia. Tal es el interés sirio por la yerba mate que el país de Medio Oriente es el mayor comprador de ese producto en el mundo.

Omar es de Yabroud, una ciudad unos 80 km al norte de Damasco, la capital siria. "Yo desde pequeño tomo mate. Tenía 4 ó 5 años y me acuerdo que mi tío viajaba de acá para allá y nos llevaba yerba. Toda la familia toma mate", le cuenta a BBC Mundo en conversación telefónica con un perfecto español. Ese "de acá para allá" hace referencia a los viajes de su tío a Argentina en la década de 1970.

La llegada del tío de Omar al país a la Argentina forma parte de la inmigración de sirios y libaneses que comenzó mucho antes. Se calcula que ciudadanos de estos dos países de Medio Oriente comenzaron a asentarse en el país entre 1860 y 1870. Según los registros irregulares de la época, por ese entonces llegaron unas 600 personas.

"Dado que los árabes llegaban con sus pasaportes otorgados por el Imperio Otomano (1299-1922), no se establecían diferencias entre ellos y los turcos. (Fue recién) en el censo nacional de Argentina de 1947 que aparecen finalmente tanto los sirios como los libaneses", señalan las investigadoras Solène Bérodot y María Isabel Pozzo en "Historia de la inmigración sirio-libanesa en Argentina desde la perspectiva completa del métissage (mestizaje)".

El censo de 1947 refleja que los sirios que vivían en Argentina en ese momento eran 32.789 y los libaneses, 13.505. "Los descendientes de árabes son hoy en día considerados como el tercer grupo de origen inmigrante en Argentina, después de los italianos y de los españoles", añade el informe publicado en 2011 por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), aunque subraya que el número exacto en la actualidad es difícil de obtener.

Esa migración de la comunidad sirio-libanesa a Argentina hizo que los intercambios culturales se produjeran en ambos sentidos. "Desde su llegada a Argentina, los emigrados del Imperio Otomano se acostumbraron a tomar mate, y los que retornaron a sus tierras exportaron el hábito", señala la investigadora francesa Hélène Desmet-Grégoire en su "Nota preliminar al estudio del código de bebidas en las comunidades sirias y libanesas de Argentina" (Note préliminaire à l'étude du code des boissons dans la communautés syrienne et libanaise d'Argentine).

"A medida que fueron viajando, volviendo a visitar a las familias, a los hermanos, a los padres, fueron llevando un mate y un paquete de yerba como regalo", detalla por su parte Susana Yaeid, presidenta de la Federación de Entidades Argentina-Árabe. Yaeid es argentina e hija de padres sirios que se establecieron en Argentina en 1932 y ella también toma mate. "Llegaron por la mala situación que se vivía en Siria y con la idea de ayudar a su familia que quedó allá", le cuenta en una entrevista a BBC Mundo.

En busca de yerba mate

Tal fue la aceptación del mate en la cultura siria que la demanda de yerba en el país de Medio Oriente empezó a crecer."Yo llegué a Argentina por primera vez en 1986", cuenta Kassab. "Y vine porque tenía un hermano mayor y dos tíos que estaban aquí principalmente por la búsqueda de yerba.Al principio, comprábamos yerba a las empresas locales y mandábamos a Siria. Pero después nos mudamos acá para empezar a mejorar la calidad de la yerba", explica.

En la actualidad Omar Kabbab vive en Andresito, una localidad de la provincia de Misiones, y dirige la empresa Yerbatera Hoja Verde, una de las dos compañías sirias, además de varias otras argentinas, que producen y exportan yerba mate al país de Medio Oriente.

Durante el año pasado, Argentina exportó casi 40 millones de kilos de yerba, convirtiéndolo así en el primer país exportador del producto por encima de Brasil con 36 millones, según cifras del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior brasileño.

Vale aclarar que la exportación de yerba mate argentina al año representa un porcentaje muy pequeño en el total de las ventas de bienes del país. "Las exportaciones totales de bienes de Argentina en 2019 alcanzaron los US$61.500 millones. Y las exportaciones de yerba mate rondan los US$60 millones. Por ende apenas representan 0,1% del total de bienes exportados en el país", le explica Marcelo Elizondo, director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), de Argentina.

Lo que llama la atención de las exportaciones de yerba mate del país es que el 80% de ellas va hacia Siria y Líbano. El primero compró 31 millones kilos de yerba en 2019 y el segundo completó con unos 751.000 kilos. Estos números convierten a Siria en el mayor importador mundial de yerba mate.

Uruguay lo sigue muy de cerca ya que es un gran consumidor de la bebida, pero no produce la hoja. Uruguay le compró a Brasil, que es su principal proveedor, 30,5 millones de kilos de yerba mate en 2021.