La periodista de género Luciana Peker presentará su libro recién salido del horno "La Revolución de las Hijas", nada menos que en “la capital del aborto legal, seguro y gratuito, ya que en Rosario no hay muertas por la clandestinidad y eso muestra cómo se puede reducir la mortalidad materna con políticas públicas”.

La cita, junto a Sonia Tessa, Silvina Tamous, Daniel Teppaz y Moli Luna, será a las 18.30 en la sala  C el próximo lunes, en el último día de la segunda edición de la Feria del Libro en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa.

A modo de adelanto, Peker concedió una entrevista en diálogo con Rosarioplus.com, para conocer un poco más sobre su último libro.

Rosarioplus: -Da la sensación de que "La Revolución de las Hijas", en un futuro cuando se estudie historia, será una fuente de estudios, por el registro que hiciste de esta historia reciente que se viene deconstruyendo y reconstruyendo ¿Lo pensaste como un trabajo de historizar sobre la revolución social de estas jóvenes generaciones sobre la realidad actual, del modo en que los historiadores de cada época del país escribieron?

 Luciana Peker: -Creo que sí, que este libro representa un concepto histórico que quedará en el futuro. Habla de un protagonismo juvenil, tiene que ver con cómo el aborto legal no es solo una consigna específica sino un concepto generacional. Tiene que ver con la participación de adolescentes y de niñas, con la irrupción y la demanda de derechos sexuales y reproductivos en sus escuelas primarias y secundarias, y tiene que ver con un cambio en los vínculos familiares de madres, padres, hijas, hijos e hijes que quedará en una línea histórica como un concepto de pulsión social y familiar.

-Se observa que el libro pone el foco en las pibas como protagonistas de la historia que está cambiando tanto y emocionan. ¿Pero a qué público lector deseas que llegue? ¿Y por qué?

-Pone foco en las pibas pero con mucho reconocimiento generacional en las pioneras adultas. Para mí es muy importante que lo lean las pibas porque creo en ellas, me gusta su curiosidad, me encanta llegar a más públicos, y por supuesto es un sueño para cualquier mujer adulta que te lean las adolescentes, es un doble premio, una sensación hermosa ese intercambio generacional. Tengo una enorme valoración en su actitud de escucha, es admirable, un orgullo.

Me encanta cuando me leen madres e hijas juntas, es el mejor regalo del mundo compartirlo entre ellas. Me encantaría que lo lean padres y madres, como una que me contó que se lo compró “para entender a mi hija”. Y por supuesto quiero que lo lean los varones, no porque haya una palabra iluminada o rectora, sino para abrirles a escucharlas más y que aprendan y compartan con ellas más.

-Trabajás hace mucho tiempo en el periodismo de género. ¿Cómo manejaste en tu vida la magnitud del cambio de estos temas, que te volvieron a vos y a otras periodistas más en una especie de "rockstars" (en el buen sentido de ser referentes) en los medios nacionales? ¿Qué sensaciones te produjo?

-Lo vivo con mucha alegría, con mucha sorpresa, como algo que jamás esperamos, que temas que escribo hace más de 22 años tengan hoy tanto interés. Con mucho orgullo por la trayectoria, por supuesto con muchas compañeras como Sonia Tessa de Rosario a quien admiro mucho y es una de las pioneras históricas, con Mariana Carabajal en Página12, muchas otras. Pero también con mucho agradecimiento por el reconocimiento histórico de una tarea, y por un feminismo joven que le interesa leer, aprender, escuchar, y eso es hermoso.

Por otro lado es muy difícil recibir las reacciones machistas, amenazas, todo lo que nos cobran a las mujeres que hemos pagado todos los precios posibles. La vida personal de quienes ponemos el cuerpo no es fácil, sino que es una vida donde los costos son muy altos.

Agradezco mucho el abrazo colectivo, y creo que hacemos un periodismo donde ponemos el cuerpo y el abrazo. Por supuesto hay algo de ese reconocimiento que es precioso y que forma parte de un escuchar y poner en valor la trayectoria.

-¿Qué significa para vos el aporte a este movimiento social que hicieron y hacen particularmente las rosarinas, que fueron de las primeras en movilizarse con el #NiUnaMenos tras la muerte de Chiara Páez, y siendo la ciudad que vio nacer el pañuelo verde?

-El concepto de las rosarinas es fundamental, es una ciudad clave, la que yo llamo ‘la capital del aborto legal, seguro y gratuito’, en principio desde las políticas públicas en Rosario no hay muertas por la clandestinidad y eso muestra cómo sin una ley se puede reducir la mortalidad materna. Ese dato es central porque es un espejo de que la realidad en Argentina puede ser mejor, que las inequidades regionales se pueden combatir con políticas públicas.

Rosario es realmente la ciudad que tuvo el Encuentro Nacional de Mujeres con la convocatoria más grande de la historia con 90 mil personas, fue un momento feminista muy grande.

Además de ser la ciudad que se levantó por Chiara Paez con el Ni Una Menos, es una ciudad muy emblemática, y es un espejo de muchas realidades, tanto de convocatorias como de posibilidades de generar acciones a imitar en otras ciudades del país.