El uso de cadáveres de arañas como herramientas robóticas o la capacidad de ciertas personas para hablar al revés son algunos de los estudios que recibieron el premio Nobel Ig, una parodia del prestigioso certamen que se celebra desde hace 33 años.

Con el objetivo de hacer a las personas "reír y luego pensar", decenas de científicos de distintos países del mundo, algunos de ellos ganadores del Nobel real, celebran cada año esta ceremonia, repleta de humor "nerd", música y retos curiosos.

Entre los galardonados hubo un estudio realizado por investigadores de China, Malasia, India y Estados Unidos sobre el uso cadáveres de arañas como herramientas de agarre mecánico.

Los académicos, explicó Te Faye Yap, una de las autoras del estudio, decidieron aprovechar el "sistema hidráulico" de las patas de una araña muerta, usando una aguja y ejerciendo presión para extender sus extremidades.

"Lo llamamos necrobótica", señaló la investigadora de la Universidad de Rice al recibir el premio y aseguró que espera que este tipo de técnicas sea explorada más en el futuro por otros estudiosos de la ingeniería mecánica.

Los premios, que se celebran de manera virtual desde 2020 en vez del tradicional Teatro Sanders de la Universidad de Harvard, también honraron el trabajo de un grupo de académicos de Francia, Reino Unido y Finlandia que investigaron las capacidades mentales de las personas que pueden hablar al revés.

Adolfo García, científico argentino y uno de los autores de este estudio, explicó al recibir su premio que uno de los fenómenos en los que se centraron fue en el lunfardo. "Invierten sonido por sonido e incluso pueden hacerlo con una frase completa", subrayó.

Otros de los estudios que recibieron este curioso galardón se centraban en el efecto de la alopecia en los pelos de la nariz, el efecto que tiene repetir una misma palabra muchas veces o la posibilidad de caminar sobre el agua en la luna.

Los premios Nobel Ig son organizados por la revista académica "Anales de la investigación improbable" y son también patrocinados por estudiantes de la prestigiosa Universidad de Harvard, con sede en Cambridge, Massachusetts. 

(EFE)