Policías que estaban realizando un patrullaje de rutina en Puno, Perú, se acercaron a un grupo de jóvenes que estaban tomando alcohol y descubrieron que uno de ellos tenía una momia en su mochila de delivery. 

Se trataba de un cadáver prehispánico de entre 600 y 800 años de antigüedad. A través de un comunicado, el Ministerio de Cultura detalló que los restos, catalogados como bien cultural nacional, eran de un hombre adulto momificado presumiblemente procedente de la zona oriental de Puno. Se trataría de un individuo de más de 45 años y una estatura aproximada de 1,51 metros.

La Dirección Desconcentrada de Cultura de Puno "verificó la autenticidad del bien cultural prehispánico, con aproximadamente una cronología relativa de 600 y 800 años de antigüedad" y dispuso de inmediato la custodia de los restos "con la finalidad de proteger y preservar el patrimonio". 

La momia quedó a cargo de los organismos pertinentes que deberán por su protección física y legal, considerada patrimonio cultural del país andino. 

El dueño de la momia contó que el cuerpo estaba en la casa de sus padres y que la sacó para que sea vista por sus amigos del barrio.