Los restos del barco Endurance, del angloirlandés Ernest Shackleton, fueron hallados este miércoles a una profundidad de 3.008 metros en la Antártida, tras más de un siglo de su mítico naufragio. El barco del legendario explorador polar se hundió en 1915, y tiene una historia de película detrás del rescate. 

La expedición en la que naufragó el Endurance había partido en diciembre de 1914 desde Grytviken, Georgia del Sur, para intentar llegar desde el mar de Weddell hasta el mar de Ross (ambos en el océano Antártico), pasando por el Polo Sur. Pero en enero de 1915 fue atrapado en la banquisa de hielo en el mar de Weddell y permaneció bloqueado meses. Finalmente el hielo perforó parte de su base y se hundió con sus 28 tripulantes a solo 160 kilómetros de la Antártida.

Tras el naufragio, el capitán Shackleton (1874-1922) dirigió a sus hombres por el hielo en botes salvavidas hasta la Isla Elefante, donde la gran mayoría sobrevivió meses alimentándose de focas y pingüinos.

Shackleton sabía que nadie iría a buscarlos, por lo que decidió dejar a 22 de sus hombres esperando en la Isla Elefante y partir con el resto de sus marineros en un bote salvavidas rumbo a las islas Georgias del Sur en una épica gesta en busca de ayuda.

Diecisiete días y 1.300 kilómetros después, llegaron a un centro ballenero y, cuatro meses después, regresaron a la isla para rescatar con vida a los 22 compañeros que se habían quedado atrás. EFE