Lincolnshire Wildlife Park es un parque silvestre e institución benéfica del Reino Unido que cuida y recibe distintas especies de animales. En estos meses de pandemia en Iglaterra se incrementó el abandono de mascotas y es así que llegaron hasta aquí cinco loros grises africanos, todos de distintos dueños. 

Luego de un pequeño período de adaptación se los puso a la vista de los visitantes como la nueva atracción, al haber sido animales domésticos no había mayores riesgos de que se asusten con la circulación de gente. Sin embargo, el problema fue otro. Los parlanchines loros empezaron a insultar a todo aquel que pasaba por el lugar.

“Me llaman gordo cada vez que paso”. Este lamento es de Steve Nichols, el director ejecutivo del lugar y una de las “víctimas” de estos cinco impertinentes loros. Eric, Jade, Elsie, Tyson y Billy son los nombres de estos recién llegados que al estar todos juntos se divertian insultando a los visitantes. “Se volvieron locos, todos estaban insultando y maldeciendo”, relató Nichols.

El personal del centro notó de inmediato que las aves compartían la propensión a salirse del control y lanzar obscenidades. De hecho, al poco tiempo de estar juntos, empezaron a insultarse entre ellos. “Fuck off’ (Vete a la mierda) es el improperio más común, pero al parecer el repertorio de insultos de los cinco loros es bastante más variado.

Lo cierto es que la mayoría de visitantes del centro se han tomado con humor el mal carácter de los loros, e incluso hubo quién no dudó en responder a los improperios con el mismo tono. Sin embargo, los responsables del zoo estaban preocupados por el ejemplo que los loros podrían estar dando a los visitantes menores de edad, y por eso tomaron la decisión de retirarlos temporalmente de las áreas públicas y ponerlos en jaulas separadas, para ver si así aprenden a comportarse y a ser más amables con los demás.

El hecho de que maldigan e insulten no es algo inusual. Lo raro, sin embargo, es encontrar un grupo tan maleducado como el del Lincolnshire Wildlife Park. “Durante los últimos 25 años, siempre hemos aceptado loros que a veces han tenido un lenguaje impertinente y realmente nos hemos acostumbrado. De vez en cuando, uno maldice y siempre es divertido. Pero cuando se juntan cuatro o cinco que han aprendido a maldecir y, encima, se ríen cuando otro insulta, esto parece una taberna”, explica Nichols.

Los loros grises africanos (Psittacus erithacus) se encuentran entre las especies de loros más populares. Alrededor de 1,1 millones de estos loros son adoptados como mascotas solamente en el Reino Unido, según la Asociación de Fabricantes de Alimentos para Mascotas. Sin embargo, la pandemia provocó un aumento en las donaciones de estas aves. Según este centro, antes recibían uno o dos loros en quince días, mientras que ahora reciben una media de ocho.