Cristian "Pity" Álvarez, quien está acusado y procesado por haber matado a balazos hace cinco años a un vecino suyo del barrio Samoré de Villa Lugano pero con el juicio oral suspendido por su estado de salud mental, se fue del centro neuropsiquiátrico en el que estaba internado para ir primero a lo de un sacerdote, aunque ahora ya está viviendo en una comunidad.

Los voceros consultados explicaron a Télam que si bien la semana pasada hubo una denuncia "por averiguación de paradero" que radicó la Fundación Eira el día en que Álvarez decidió abandonar por propia voluntad ese centro, la justicia la desestimó cuando se supo dónde había ido y con quién estaba.

"Se constató que se había ido a lo de un sacerdote amigo, que estaba bien de salud y explicó que iba a hacer un tratamiento en otra comunidad", explicaron a Télam fuentes judiciales.

Por ello, la fiscal Marisa Marino, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 21 de Malvinas Argentinas que había recibido la causa por el paradero, la desestimó al constatar además que sobre el exlíder de Viejas Locas e Intoxicados no había pedido de captura ni ningún impedimento judicial, ya que en función de su evolución psiquiátrica, por ahora Álvarez tiene su proceso judicial suspendido y está sin prisión preventiva.

La propia madre del cantante, guitarrista y compositor del rock argentino, Cristina Congiu, negó a Télam que su hijo haya estado prófugo y afirmó: "Sólo puedo decir que está bien en una comunidad. Sólo confirmo esto para que no lo sigan perjudicando hablando de cualquier cosa".