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Dieron el “sí, quiero” entre agujas, desfibriladores y botiquines portátiles. Sucedió en Madrid este lunes, cuando un hombre debió ser atendido por los servicios de emergencia mientras esperaba su turno para contraer matrimonio en el registro civil.

Al parecer, el novio, de 50 años, empezó a sentirse mal en la sala de espera, por lo que la familia debió llamar a una ambulancia para que fuera atendido. Sin embargo, como no mejoraba, los médicos decidieron trasladarlo a un centro hospitalario.

Antes de llevarle al hospital, los novios quisieron terminar el trámite que habían ido a realizar, y no les quedó más remedio que hacer la ceremonia en la ambulancia en la que el novio iba a ser llevado al hospital. No se informó si acaso el médico y la enfermera fueron los testigos de la boda.