El pasado 21 de julio se cumplieron 47 años del alunizaje de Apollo 11, un evento histórico para la humanidad. Durante la famosa caminata de Neil Armstrong en la superficie lunar, se ve que junta algunas piedritas, seguramente con fines científicos. Cuestión que las rocas lunares recolectadas durante la misión estaban cuidadosamente guardadas en las instalaciones de la NASA, hasta que alguien las vendió "por error".

Estos elementos son considerados por el Gobierno "un tesoro nacional", pero aún así terminaron en una subasta. Las piedras fueron vendidas el 15 de febrero de 2015, por un valor de 995 dólares, a una mujer de nombre Nancy Carlson, de Illinois. Pero la equivocación se descubrió hace apenas unos días cuando la compradora decidió enviar los restos a autentificar al centro espacial de la NASA. La agencia, luego de comprobar que efectivamente eran restos de Luna, respondió que no había autorización para que ese objeto saliera de su inventario. 

En relación con el error, el Gobierno alegó que hubo una confusión en el número de identificación de dos bolsas con contenido lunar: una contenía los restos que efectivamente le vendieron a la mujer, proveninetes del primer viaje a la Luna. La segunda bolsa, la que se deseaba subastar, contenía también piedras lunares pero de la misión Apollo 17, traídas a bordo del Lunar Module Challenger.

Una equivocación sencilla, pero un poco intranquilizante si se piensa que esa gente es la misma que está haciendo volar cohetes sobre la cabeza de millones de terrícolas. En fin, luego de que interviniera un fiscal y se le solicite a un juez que anule la venta, cada piedrita está en su lugar.