El artista neerlandés Daan Roosegaarde hizo del paisaje urbano una obra de arte: con la intención de reducir la contaminación lumínica, pero sin comprometer la seguridad ciudadana, ideó un apagón de luces en la ciudad de Franeker (Pauses Bajos) para volver a conectar con el universo y contemplar las estrellas desde las ventanas de los propios hogares.

"Ver las estrellas en tu propia calle. Puede parecer un cuento de hadas..." escribió el artista Daan Roosegaarde en su cuenta de Instagram, donde publicó un video con el registro cinematográfico de la experiencia que llamó "Seeing Stars" (ver las estrellas, en español) en la que se propuso traer a "las estrellas de regreso para crear un sentido de conexión con otros, algo que nos falta en esta pandemia de Covid-19".

Hasta el amanecer, en ese pueblo de 13 mil habitantes sólo estuvieron prendidas las luces esenciales para mantener la seguridad, mientras que el resto fueron apagadas.

"La luz de las estrellas estaba a un clic de distancia y solo necesitaba convencer a un alcalde de que apagara todas las luces que no son esenciales", dijo el artista según lo citado por el diario español El País. El resultado: un campo estrellado o en palabras del creador de la iniciativa, "surgió el paisaje del cielo que nos acompaña desde siempre y al que no prestamos atención".

Una vez desaparecida la contaminación lumínica "y cuando nuestros ojos se acostumbraron a la oscuridad, volvió el cielo estrellado", recordó el artista. "No hizo falta usar telescopios; estaba todo ahí arriba en una velada sin nubes. Vimos estrellas fugaces y filmamos sin ayuda tecnológica adicional".

Con la colaboración de Unesco Netherlands, el proyecto "Seeing Stars tuvo su primera experiencia en un pueblo ubicado al norte de los Países Bajos y espera replicarse en distintas ciudades y pueblos del mundo para volver a reconocer las estrellas como forma de patrimonio universal.