Artistas rosarinos y su muestra de juguetes religiosos
Pool Paolini y Marianela Perelli son dos artistas plásticos de Rosario que unieron en una obra la iconografía religiosa con la industria cultural del juguete. ¿Alguien imaginó antes que ellos una muñeca Barbie como la Virgen María, o un Ken crucificado?
Pool Paolini y Marianela Perelli, o Pool & Marianela, son dos artistas plásticos rosarinos que vienen causando bastante revuelo en el mundo del arte, y especialmente en sectores que nada quieren saber con expresiones creativas que se alejen de lo reglado y políticamente correcto. Pronto expondrán en Buenos Aires y ya tienen fecha para en 2016 exponer en Los Ángeles
Ellos recrean el mundo religioso a partir de las muñecas Barbie, los clásicos Bebotes, y las tan queridas Julieta. En su producción se atreven a mezclar lo pagano con lo instituído, la política y los ídolos populares, un cambalache que hace real honor al tango argentino y que lejos de ser una crítica elaborada, es diversión y azar lo que prima. En todo caso quedará por cuenta del espectador hacer las valoraciones pertinentes.
Eso sí, cada una de las recreaciones son sin lugar a dudas reconocidas al instante por todo aquel que se precie de ser argentino. Y si bien la identificación casi instantánea la debemos a que son parte de un gen ya incorporado en el ADN nacional, esto no sería posible sin la dedicación de Marianela que logra a partir de las esculturas recreaciones genuinas que captan los rasgos más singulares de los personajes agasajados.
Pool, además de participar en estas creaciones, tiene un pincel afilado que brinda los paisajes de donde estas figuras emergen. La mezcla y el destaque de personalidades nacen en sus cuadros. De hecho así inició todo, el pintó y Marianela empezó a crear los personajes del cuadro, para exhibirlos en una muestra conjunta.
Este sábado 17, a las 15. presentarán la muestra "Santos y pecadores" en Popa Galeria (Lamadrid 882 - La Boca, Bs.As.), con muñecas Barbies de Nuestra Señora de Luján, la Aparecida y San Cayetano con el rostro Ken, entre otros. Muestra que el año pasado tuvieron que suspender por presiones de fundamentalistas desde ultracatólicos hasta indúes, es que nadie se salva de convertirse en ícono popular y entonces no escapará a la expresión de estos artistas.
La dupla jamás imaginó tanta trascendencia pública, pero ni bien se viralizaron sus creaciones recibieron críticas y halagos desde todas partes del mundo. Se verá entonces qué les depara esta presentación que tanto se hizo esperar.