El 18 de febrero de 2007, Rosario Central enfrentaba a un Boca plagado de estrellas que contaba con el regreso de Juan Román Riquelme al conjunto Xeneize luego de su paso por el Villarreal, pero el Diez no fue el único que se llevó todas las miradas, sino que el encuentro es recordado por una actuación estelar de un joven Ángel Di María.

La Bombonera estaba colmada con una convocatoria a la altura de lo que significaba el regreso de uno de sus máximos ídolos a la institución, incluso en uno de los palcos estuvo Diego Armando Maradona, que disfrutó de volver a ver Román a pesar de un opaco equipo dirigido por Miguel Ángel Russo que aquel día apenas pudo rescatar el empate gracias al gol de Rodrigo Palacio -Emilio Zelaya marcó para el Canalla-.

En aquel 1 a 1, Di María, que apenas había cumplido 19 años, hizo estragos por la banda izquierda del conjunto comandado por Néstor Gorosito y ganó "por goleada" su mano a mano frente a Ibarra, tal es así que Russo sacó al Negro en el entretiempo e hizo ingresar a Clemente Rodríguez.

Boca terminó aquel torneo en segundo lugar, con 39 puntos por debajo del San Lorenzo de Ramón Díaz que sumó 45 unidades. Ese mismo año, Ángel Di María fue traspasado al Benfica de Portugal a cambio de seis millones de euros tras romperla con Central.