Eduardo Coudet y Lucas Bernardi tuvieron su debut como entrenadores en un clásico. El planteo del Chacho dio sus frutos y el DT canaya festejó en el parque de la Independencia. En cambio, el ex capitán rojinegro se fue del Coloso con varias dudas para lo que se viene en la lepra.

Bernardi ingresó al estadio de Newell’s con su ya tradicional traje gris con el nuevo escudo de la lepra en su saco. En cambio, el estilo de Coudet fue más informal, con una campera, su remera negra, su bufanda y en jeans.

Las actitudes de los entrenadores fueron totalmente opuestas, mientras el chacho hablaba mucho y caminaba con las manos en los bolsillos, Lucas se paraba frente al banco y gritaba desesperadamente con sus manos en la cintura.

En cuanto a los planteos, más allá de los esquemas tácticos, el DT de Rosario Central quiso aprovechar todas las pelotas paradas. En cada tiro libre, aunque sea lejos del área, y en cada córner, los defensores del club de Arroyito iban a buscar su chance. Sin dudas que el intento valió la pena, ya que tanto Donatti, en dos ocasiones, como Pablo Álvarez estuvieron cerca de marcar.

Por el lado de Newell’s, el DT intentó nuevamente lograr el juego y la actitud que el conjunto del parque tuvo frente a Racing. En el primer periodo, el equipo fue casi una réplica del ñubels que enfrentó a Tigre la fecha pasada. En el complemento, hasta que Ruben marcó el gol de la victoria, la lepra tuvo su mejor versión pero cometió los mismos errores que en las etapas anteriores: no genera situaciones de peligro y retrocede mal.

Eduardo Coudet llegó al clásico con un equipo definido y que ha obtenido muy buenos resultados. Lucas Bernardi aparento seguridad pero en la cancha sus jugadores demostraron que todavía no se ha encontrado un juego y una identidad.

En el duelo de técnicos, festejó el que más armado llegó. En algunas semanas, los entrenadores volverán a encontrarse en Arroyito para volver a vivir el partido más importante de la ciudad.