La pelota cayó llovida, sin fuerza y bastante más atrás de la posición de Alejo Véliz, quien igualmente hizo un movimiento para cabecearla entre las dos áreas y ponerla contra un palo. Gesto de goleador, sin dudas. Con ese tanto el rosarino y alguna otra chance le alcanzó para demostrar que es una gran promesa del área. 

Tiene potencia, tiene olfato, aunque claro que le faltan pulir algunas cuestiones y movimientos que irá desarrollando. Por ahora es la ficha que tiene Javier Mascherano para los goles de la selección argentina Sub-20. Y Miguel Ángel Russo también, que no lo pudo suplantar en Rosario Central en las últimas fechas.  

Véliz se impone y deberá seguir haciendo eso. El resto lo irá mejorando naturalmente y con trabajo. Mientras, la gente lo banca como el martes en el Madre de Ciudades que lo ovacionó cuando salió.  

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