Entre las sombras, y con reuniones secretas,  los clubes más poderosos del mundo avanzan hacia la consumación del sueño inspirado por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez: una Superliga de elite que arrase con la Liga de Campeones y que condense en unos pocos el privilegio de las competencias más atrayentes, las pantallas más calientes de la televisión y una montaña de euros.

Todo había empezado como un lance de Florentino Pérez y su anhelo de un fútbol cuasi monárquico y como tal no se lo tomó demasiado en serio, pero conforme pasaron los meses la idea prendió en otros clubes grandes de Inglaterra, Italia, Alemania y, en menor medida, de Francia.

El jueves último, el diario británico The Times hizo un extenso borrador que da cuenta de 15 socios fundadores entre los que se descuenta la presencia de Real Madrid, Manchester United, Liverpool y Milan y se deduce que están los otros cuatro poderosos de Inglaterra (Arsenal, Chelsea, Manchester City y Tottenham Hotspur), otros dos de España (¿Barcelona y Atlético de Madrid?), dos de Alemania (¿Bayern Münich y…) y París Saint-Germain de Francia.

La inversión inicial, con una promesa de amortización rápida y progresivas regalías astronómicas, sería de un monto aproximado a los 3.500 millones de euros destinados a infraestructura, remodelación de estadios, entrenamientos y demás.

La Superliga en cuestión, cuyos mentores aspiran a poner en marcha en 2022, se llevaría a cabo con el sistema de dos zonas de diez equipos, con partidos de ida y vuelta y posterior eliminación directa en cuartos de final, semifinal y final.

Pero, si 15 son los clubes / socios fundadores, ¿de dónde saldrían los restantes cinco clasificados?

Al parecer habría acuerdo para "conceder" esos cinco cupos a otros tantos clasificados por un camino todavía no determinado pero que en ningún caso les permitiría sentarse de forma permanente a la mesa de los 15 estables e intocables.

El trazo grueso de la pretensión de Florentino Pérez así como de Andrea Agnelli, miembro de la conducción de la Juventus y de la Asociación de Clubes Europeos, es preservar los más poderosos de los eventuales "accidentes" de una eliminación prematura en la Champions.

Superliga Europea: los ricos por un lado, el resto por el otro

Palabras más, palabras menos, el dirigente español y el italiano coinciden en la necesidad de dar un puñetazo en la mesa capaz de garantizar confort deportivo y crecimiento financiero. A  unos pocos.

Hace bastante tiempo que Pérez reclama la abolición de un esquema en el que, dice, el puñado de clubes más adinerados y facturadores se ve obligado a financiar y / o subsidiar a medianos y chicos.

Todo Parece marchar Sobre Rueda Hacia un formato Que intenta  sustituir a la Legendaria "Orejona".

Sin embargo, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) que dirige el italo-suizo Gianni Infantino se ha pronunciado en un severo tono de advertencia.  "A  todo club o jugador implicado en una competición así, como consecuencia no se le permitirá participar en ninguna competición organizada por la FIFA ni por su federación correspondiente" declaró el P residente.

Así planteado el escenario, mientras Pérez y sus aliados estratégicos disfrazan un abierto monopolio con la necesidad de "buscar fórmulas para que el fútbol sea atractivo", la FIFA se dispone a dar una ardua batalla que en caso de no dar buenos resultados,  pondrá de patas para arriba al deporte de la pelota número 5 y conspirará contra las selecciones nacionales e incluso contra los Mundiales.