Valladolid y Sevilla se enfrentaban en un duelo clave para definir la permanencia en La Liga. Una decisióna rbitral tuvo una incidencia tremenda, pero no al anular un gol, o cobrar un penal inexistente, o algunos de esos errores arbitrales comunes. Esto fue otra cosa.

Era un partido parejo, de ida y vuelta. En el quinto minuto del tiempo agregado de la primera parte, tras un despeje de un córner, Sergio Escudero sacó un potente disparo desde afuera del área que el arquero Marko Dmitrovic no pudo despejar y se convirtió en el 1 a 0.

Sin embargo, el árbitro no convalidó el gol porque, en el instante que el futbolista estaba pateando, había pitado el silbato para darle fin a los primeros 45 minutos. Esto despertó la furia de todo el equipo pucelano, que está muy comprometido con el descenso y necesita sumar urgentemente. Encima terminó perdiendo 3 a 0.

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