El seleccionado argentino tuvo un partidazo, goleó a Croacia, y se metió en una nueva final del mundo. Messi fue la figura, hizo un gol, asistió a Julián y tendrá su revancha el próximo domingo, donde se encontrará a Marruecos o a Francia.

El equipo de Scaloni fue muy superior a los de Luka Modric, aguantó cuando tenía que hacerlo y principalmente supo crearse oportunidades para golpear en los momentos claves.

Argentina se quedó con un primer tiempo muy difícil, que se abrió por dos piques de Julián Álvarez, el jugador más determinante de los primeros minutos.

El Araña, más allá de generar el penal y ser autor del segundo tanto, corrió a todos los rivales, fue un defensor más, y se cansó de picar al espacio dándole opciones todo el tiempo al equipo argentino.

Los primeros minutos parecieron de prueba. Ninguno arriesgaba, ambos esperaban demasiado, y hacían tenencias larguísimas cada vez que se adueñaban de la pelota.

Los croatas mostraron varios de sus atributos en mediocampo y con algunas triangulaciones supieron poner en aprietos a la albiceleste. Mientras que los de Scaloni tuvieron buenos pases en tres cuartos, pero sufrieron la falta de un delantero que acompañe a Julián.

Alexis Mac Allister fue el que mejor comenzó a leer ek juego, buscando espacios atrás del mediocampo y apostando por alguna gambeta que quiebre la defensa rival.

En una recuperación alta, Enzo Fernández vio picar bien a Julián y lo puso a correr al arco. El delantero definió ante Livaković pero no de la mejor manera, aunque fue derribado en el área. El árbitro italiano dio penal y Messi se encargó de cambiarlo por gol: balazo cruzado al ángulo y 1 a 0 para el seleccionado.

Cinco minutos más tarde, con el envión anímico, la celeste y blanca avanzó en cancha y se paró mejor en defensa. En un rechazo en el área local, Julián volvió a salir disparado, recibió en mitad de cancha, y a pura velocidad y potencia, volvió a quedar pie a mano ante el arquero rival, y esta vez no perdonó. El de River, de empeine, estampó el 2 a 0.

El segundo tiempo del equipo fue más tranquilo de lo que podíamos esperar. Ante un Croacia que se desesperó y llenó la cancha de delanteros, la selección fue, poco a poco, encontrando espacios y liquidó cuando pudo.

Los de Scaloni salían rápido de contra con Julián Álvarez, pero el delantero no encontraba compañía cuando cambiaba la velocidad, por lo que el partido pedía a Ángel Di María, pero el DT esperó, le dio tiempo al tiempo, y tuvo su premio.

Messi volvió a frotar la lámpara, sacó a pasear a la defensa croata, y se inventó un pase bárbaro a Julián para que el ex River definiera y sellara la victoria.

Scaloni, sobre el final, se dio el lujo de hacer jugar a todos los que no había jugado y también hizo coincidir en cancha a Messi y a Dybala, algo que el hincha esperaba hace mucho.

El seleccionado nacional se metió en una nueva final del Mundo y buscará la revancha del 2014. El domingo esperará a Marruecos o a Francia, que se juegan su pase este miércoles.