Argentina sufrió demasiado pero se quedó con los penales ante Países Bajos con una notable actuación del Dibu Martínez en la definición desde los doce pasos. La albiceleste ganaba muy bien con goles de Molina y de Messi pero los de Van Gaal se llenaron de centros y empataron en la última de los noventa minutos.

El seleccionado se quedó con el primer tiempo porque supo esperar al rival, que tuvo más dominio de pelota pero no fue profundo como para lastimar a los de Scaloni.

El equipo arrancó compacto pero presionando alto, generando varios errores de los defensores de Países Bajos, que sin arriesgar, se jugaron mucho en el fondo.

Argentina tuvo las primera aproximaciones que no terminaron en remate pero inquietaron a la defensa rival. Primero una buena jugada por derecha entre De Paul y Molina, y luego una por izquierda que Acuña no pudo terminar de la mejor manera, cuando Mac Allister y Messi esperaban en el medio.

Luego de esas dos, el equipo empezó a meterse un poco atrás y los de Van Gail crecieron poco a poco, y a pesar de no generar mayores preocupaciones, motivaron a que el mismo Scaloni motive a sus futbolistas para presionar más arriba, como en el comienzo.

Cuando todo esta planchado y el partido aburría, el genio frotó la lámpara y dio el golpe. Messi la agarró en tres cuartos, engañó a los rivales con amagues y le dio un pase imposible entre diez piernas a Molina, que paró y en dos toques definió para superar a Noppert.

Más allá del equipo, el seleccionado tiene ese as bajo la manga con el rosarino, que estaba jugando un gran encuentro pero muy lejos del arco rival.

A falta de diez para el entretiempo, Argentina decidió seguir presionando alto pero sin arriesgar demasiado en el fondo.

Los primeros 45 culminaron con varios centros al área de los neerlandeses, pero sin mayores inquietudes para la albiceleste.

El segundo tiempo fue una montaña rusa de emociones, pero comenzó bien para la selección, que cómodo con el resultado a favor, se adueñó de la pelota y comenzó a atacar con otras ideas, con más juego, y más confianza.

En una gran jugada colectiva, Acuña quedó sobre el costado con un defensor y en un enganche fue derribado adentro del área. Lahoz señaló el punto de penal y la ilusión crecía aún más.

Messi, que venía de fallar ante Polonia, esperó hasta el final, la cruzó y sacó al arquero de la foto. 2 a 0 para un equipo que merecía esa tranquilidad.

Pero las cosas se complicaron, Van Gaal hizo cambios sumamente ofensivos, metió delanteros altos y dependió de los centros para meterse en partido. Le salió bien.

A los pocos minutos, Países Bajos descontó con un cabezazo y llenó de dudas a los de Scaloni, que cada vez se metían más atrás con el correr del tiempo.

El seleccionado aguantó todo lo que pudo, pero sobre el final, en la última del partido, en un jugadón de pelota parada, los neerlandeses estamparon el 2 a 2.

El alargue tuvo dos tiempos muy diferentes: en el primero, ambos equipos estuvieron cautos y bien parados, pero en el segundo, la albiceleste salió con todo, a ganar, y tuvo sus chances. Messi de afuera, Enzo en el palo, y Lautaro en un remate rechazado sobre la línea, tuvieron la victoria, que parecía negarse.

En los penales, con la el resultado librado al azar, Dibu Martínez contuvo los dos primeros, y Messi, Paredes y Montiel metieron. Enzo Fermández tuvo en sus pies la victoria y le erró al arco, pero quedaba Lautaro, que se sacó la mufa, rompió el arco y metió al equipo en semis del Mundial. 

Así, Argentina jugará siete partidos. Estamos cada vez más cerca..