El partido fue durísimo pero Argentina lo sacó adelante gracias a una combinación justa de entrega y fútbol. El equipo estuvo lejos de lucirse como en el primer tiempo ante Paraguay pero consiguió mayor orden y eso le sirvió para conservar la ventaja que obtuvo gracias al gol de Agüero. Fue un 1 a 0 sufrido pero merecido.

El primer tiempo fue parejo y al equipo del Tata le costó generar juego. Sin embargo hubo tiempo para una clara de Di María que controló Muslera. Argentina fue sólo destellos debido a que Uruguay achicó hacia atrás y no dejó espacios para los creativos albicelestes.

Ese escenario molestó a Martino y su fastidio se convirtió en expulsión. El árbitro Sandro Ricci decidió echar al entrenador argentino, por protestar.

 

 

En el complemento el escenario no cambió demasiado. Argentina debió remar con paciencia y esperar a que aparezcan los espacios. Uruguay metió duro en todos los sectores e incomodó a Messi y compañía.

Pero apareció el Kun. Agüero cabeceó un buen centro de Zabaleta y gritó el único tanto de la noche chilena. A la jugada la armó Pastore, quien estuvo mucho más preciso y sereno que en el debut frente a Paraguay.

Para conservar la ventaja Martino apostó por la tenencia. Banega entró por Pastore, Tévez por Agüero (se fue con una molestia) y Pereyra por Di María. Para ganarle a Uruguay no sólo hubo que atacar. El equipo también se jugó entero y metió mucho sacrificio. Hasta Romero tuvo que despertarse sobre el final para tapar un par de pelotas fundamentales.

La victoria vale mucho. Argentina ganó y es líder en su grupo junto a Paraguay, que venció más temprano a Jamaica. El sábado, ante los centroamericanos, la albiceleste tratará de dar el paso definitivo hacia los cuartos de final.