El caudal del río Paraná en el puerto de Rosario presenta el nivel más bajo del año, según mediciones de la Prefectura Naval, con 1,55 mts, afectando el ecosistema natural del humedal y en la navegabilidad. Desde las guarderías náuticas hay preocupación y desconcierto.

El presidente de la Cámara Náutica y titular de la guardería MyM de zona norte, Daniel Racca, advirtió en diálogo con Rosarioplus.com que “esta semana estamos trabajando al 50% pero algunas embarcaciones están saliendo. El río está muy difícil de navegar para los que no saben”. 

En tanto, explicó que en su guardería se encuentran trabajando con una draga (máquina que se utiliza para excavar material debajo del nivel del agua y llevarlo hasta la superficie). “En el 2009 hubo otra bajante muy grande, y ahora no sabemos cuándo se va a normalizar la situación”, subrayó.

Gonzalo, encargado de Puerto Sorrento (zona norte), indicó que “el río preocupa y afecta por el trabajo constante de dragado”. Asimismo, advirtió que continúan funcionando “pero un poco más limitados que lo normal porque hay menos espacio para atracar y dificultades para levantar las embarcaciones”. “Habitualmente operamos con tres rampas y hoy estamos operando con una”, concluyó. 

Por otro lado, Carlos, titular de GPS (una guardería de zona sur), mencionó algunas recomendaciones para aquellos que salgan a navegar por las aguas del Paraná: “Tienen que tener el ecosonda (sonda náutica) en condiciones y tener conocimiento por donde se circula, sobre todo por la presencia de bancos de arena”.

La situación del Paraná

Un informe del Instituto Nacional del Agua indicó que la tendencia a la baja del Paraná, el tercer río más caudaloso de Sudamérica, es similar aguas arriba del puerto de Santa Fe. Pero este escenario podría cambiar con la llegada del fenómeno de "El Niño", apuntó el organismo en un informe.

El registro difundido por Prefectura el 26 de septiembre muestra números muy bajos (1,55 metros).

La altura media del Paraná para esta época del año es de 2,93 metros, de acuerdo al promedio entre los años 1992 y 2016. La bajante, que es estacional -porque en invierno llueve menos-, afecta a toda la enorme cuenca del Paraná.