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Después de las fuertes tormentas registradas entre sábado y domingo, el sol del martes lavó en parte el sabor amargo de los habitantes de Arroyo Seco. El agua escurrió en gran parte, y dejó al descubierto lo que estaba oculto en el desastre. En los barrios Versalles, El Ombú y Güemes la gente empezó con la tarea de asolear todo. Secar es lo urgente.

Desde la Provincia insistieron en que este es un momento crucial para prevenir la proliferación de vectores transmisores de enfermedades como leptospirosis y dengue. Por eso, insistieron con que las tareas de limpieza y desinfección se hagan con botas y guantes. Es que el suelo húmedo es campo fértil para la propagación de la bacteria responsable de la leptospirosis. Luego, los reservorios de agua sirven para los mosquitos para dejar sus larvas y reproducirse. En ambos casos, dijeron desde la Secretaría de Prevención de Santa Fe, deben extremarse las medidas de higiene.