Las condiciones de aislamiento no son las mismas para todos los rosarinos. La cuarentena de la clase es dura y la crisis económica se vuelve igual o más importante que no enfermarse. A los que trabajan como recicladores de basura informales, conocidos como cartoneros, el aislamiento les representó un freno completo a sus ingresos.

El móvil de Sí 98.9 habló con dos recolectores de barrio Refinería, Nahuel y Exequiel. "El miércoles pasado decidimos salir porque ya no nos alcanza para comer y cuando salimos, además de juntar cosas, la gente nos ayuda, nos da algo un arroz, unos fideos, ropa", contaron.

Si bien reconocen que la actividad aún no se encuentra habilitada, el hambre no distingue. "Somos de Refinería, en el barrio ya salieron todos, entendemos la situación, pero muchos días nos acostamos con la panza vacía nosotros y nuestras familias también y les tenemos que garantizar un plato de comida", precisaron.

Al respecto, agregaron: "Nosotros salimos a recolectar y vamos acumulando porque todavía no está habilitada la venta de cartón, pero ni bien lo habilitan lo vamos a poder vender y juntar unos pesos más".

La ayuda en los comedores pareciera no ser suficiente y en desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio se triplicó la demanda de alimentos en los centros comunitarios de Rosario. "Los días que llueve nos llevan comida, hay una copa de leche, pero que no funciona todos los días", aseguraron los recolectores.

Desde distintos sectores remarcan que se debe buscar una respuesta a la situación social de los cartoneros que no pueden trabajar y es necesario darles una alternativa antes de que la situación se descontrole. 

Las negociaciones deberán convivir en la tensión entre la necesidad de las economías informales y la crisis de la pandemia. 

El ejemplo de Capital Federal podría ser crucial para las aplicaciones en el resto del país. El Gobierno nacional y el porteño llegaron a un acuerdo por el que se permitirá que las cooperativas de cartoneros circulen por la Ciudad exclusivamente para retirar material reciclable de las grandes cadenas de supermercados. Para esto, tendrán que tramitar un permiso  y seguir un protocolo para el tratamiento de los residuos.