En el marco de algunos indicadores sanitarios que muestran mejoras y alientan un buen panorama pese a que la ocupación de camas se descomprime lentamente, es que Rosario podría tener nuevas flexibilizaciones en algunas actividades. La posibilidad de extender el horario a los gastronómicos está madurando.

Será viernes de definiciones y en boca del gobernador Omar Perotti. En Rosario, el intendente Pablo Javkin habla con mesura, pero con intenciones de retomar actividades. Los contagios hace dos semanas que bajan, el nivel de vacunación aumenta, y las camas críticas comienzan muy de un poco a descomprimirse en el sector privado.

La incidencia que calcula la proporción de personas que enferman en un tiempo determinado se encuentra en 734 cuando el parámetro es menor a 500. Con este número Rosario sigue en zona de alarma sanitaria para la Nación.

Así y todo se empieza a desandar el nivel de apertura. Pica en punta la necesidad de una medida de alivio al sector gastronómico y por ende al ocio de una ciudadanía cansada.

Se evalúa extender el cierre hasta las 23 -hoy rige hasta las 19- para poder sumar el turno de la cena y aumentar la facturación, dado que ese horario le brinda más de la mitad de los ingresos a los bares y restaurantes. Sería con aforo del 30% en lugares cerrados, priorizando el aire libre.