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El gobierno nacional publicó este miércoles en el Boletín Oficial el decreto que declara la emergencia hídrica para las zonas del Noroeste y Litoral afectadas por las inundaciones, que insta a la AFIP, al Banco Nación y a los ministerios del Interior, Hacienda, Desarrollo Social y Producción a promover mecanismos para aliviar la situación de pobladores y productores.

Más de 6.000 personas siguen evacuadas en Corrientes, Entre Ríos, Chaco y Santa Fe, las más afectadas por los fuertes temporales y los desbordes de ríos y arroyos que se registran desde los primeros días del año.

El decreto firmado el martes, que lleva el número 67/2019, establece la declaración del “Estado de Emergencia Hídrica”, por el término de 180 días en "aquellos sectores del territorio abarcado por las regiones del Noroeste Argentino (NOA) y el Litoral (...) que determine el Consejo Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil".

En el decreto se recuerda que las intensas precipitaciones acaecidas en enero de 2019 fueron de una magnitud sin precedentes y superaron los registros históricos. "Estas lluvias -continúa el decreto- ocasionaron desbordes de cursos de agua en distintas regiones del país originando insuficiencias en el funcionamiento de desagües pluviales existentes, causando inundaciones en barrios cercanos a los cauces, afectación en la red de caminos y pérdidas materiales a los habitantes de las distintas regiones, incluyendo a los productores de bienes y servicios".

Al anunciar la declaración el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda Rogelio Frigerio sostuvo que "para saber con claridad cuál es el impacto económico de las inundaciones muchas veces hay que esperar que el agua se vaya, porque en general lo peor se ve cuando el agua se va".

El funcionario indicó que la cartera de Producción está haciendo "un relevamiento en términos de la producción agropecuaria, pero todavía no tenemos un número preciso de lo que se ha perdido y tampoco sabemos cómo va a seguir el clima y el estado de los ríos".

"Hay que ser muy prudentes, hay que esperar, hay que estar muy cerca de los damnificados, de la gente que perdió todo con las inundaciones, y hay que seguir con las obras", concluyó el ministro.