Un juzgado en lo Civil y Comercial condenó al Sanatorio de la Mujer y a dos médicos -un pediatra y un cardiólogo- que trabajan en él, a pagar 3 millones de pesos a una familia por un caso de mala praxis médica que ocurrió en 2005.

El fallo corrió por cuenta de la jueza Susana Gueiler, quien consideró que los profesionales involucrados y el sanatorio "no tomaron los recaudos necesarios ni se dio la importancia suficiente al antecedente de malformación que portaba" la víctima, una beba que nació en el centro médico de San Luis y Pueyrredón con problemas cardíacos y que falleció 24 días después.

Según los considerandos de la magistrada, la recién nacida tenía antecedentes de cardiopatías en su ascendencia familiar. Por eso le realizaron una ecografía para determinar el flujo de sangre y, pese a ello, luego de dicha práctica ella y su mamá fueron dadas de alta.

Sin embargo, a los pocos días los padres notaron que la pequeña tenía dificultades que atribuyeron a problemas cardíacos. La llevaron de nuevo al Sanatorio de la Mujer para un control médico, pero los profesionales que la atendieron dispusieron que no quedara internada.

Después de transcurrida una semana del nacimiento, la beba empeoró. Respiraba con deficiencia, por lo que esta vez sí se dispuso su internación en el mismo efector, según informó el portal de noticias tribunalicias Tiempo de Justicia. Los médicos

consideraron que la bebé no podía ser operada por el alto riesgo que tenía su situación clínica. Falleció el 29 de junio de aquel año.

Luego de leer el peritaje médico forense que encargó, la jueza Gueiler concluyó en que “con la pérdida de tiempo le quitaron a la beba todas y cada una de las posibilidades de recuperar su salud y con ella su vida. En el sanatorio no debieron externarla sin haberla estudiado”.

La magistrada hizo lugar a la demanda entablada por los padres de la beba, y condenó al Sanatorio de la Mujer, al pediatra y al cardiólogo a pagarles más de 3.000.000 de pesos, entre capital e intereses. La resolución fue apelada.