El ritmo de contagio en la provincia de Santa Fe se aceleró en coincidencia con la llegada de los días más fríos y el gobierno provincial decidió dar marcha atrás parcialmente con las reuniones familiares. Por eso los encuentros afectivos que se habían extendido a todos los días volverán a permitirse únicamente los fines de semana en la provincia de Santa Fe a partir del 1º de julio.

Así, sólo sábados y domingos de 9 a 23 y hasta no más de 10 personas serán los días habilitados. La cantidad de infectados en Santa Fe está “dentro de lo esperado”, confiaron fuentes de la administración provincial a Rosarioplus.com. Sin embargo, el gobernador y el comité de expertos están preocupados por una relajación notoria que se refleja en distintas situaciones.

Los picnics en los parques, los paseos, las reuniones multitudinarias puertas adentro y sin control,  y una merma generalizada en los cuidados generales pueden llevar a un cambio de estrategia.

Por ahora, la Provincia no tomará una “decisión drástica” más allá de la mencionada como ocurrió en la Ciudad de Buenos Aires y el Área Metropolitana pero el gobierno está preocupado por bajar un mensaje y es muy probable que en los próximos días comience a notarse un aumento en los controles. Lo ocurrido en Rosario el pasado fin de semana con la clausura de bares que incumplieron el protocolo es un anticipo del plan que puede ampliarse a otros espacios públicos y privados.

“Hace falta enviar un fuerte mensaje de concientización”, indicaron fuentes cercanas al gobernador. En el mismo sentido ya se manifestó la ministra de Salud, Sonia Martorano, quien este lunes advirtió que vienen “dos meses muy complicados”. "Al lado del panorama nacional, estoy tranquila. Pero el mensaje que quiero llevar es que la gente no se relaje, porque Santa Fe está rodeada de provincias complicadas", dijo en Sí 98.9.