Policías y agentes de Control Urbano de la Municipalidad despliegan esta mañana de jueves un operativo para correr al asentamiento de familias sin hogar que se instaló desde el domingo pasado en un vasto terreno privado y baldío al fondo de la calle Maradona, contra avenida Circunvalación.

El desalojo fue la orden emitida por el fiscal Damián Cimino, y por ahora se cumple de manera pacífica. Sin embargo, las familias de la toma –se calcula que son más de 200– preparan un piquete en Circunvalación para hacer visible su drama: son en su mayoría parejas jóvenes o mujeres solas con hijos que residen en el barrio Toba cercano, hacinadas con padres, hermanos y otras familias que comparten precarias viviendas. 

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El predio fue desmalezado por los propios ocupantes, que pronto improvisaron un loteo informal con estacas y alambres. Y ya varias carpas o chozas de lona, arpillera plástica, palos y chapas, se erigieron aquí y allá, entre la colectora Juan Pablo II, y las calles Maradona y Cisneros. 

Los testimonios recogidos por el móvil de Sí 98.9 denotaron ese déficit de hábitat y vivienda como el factor que desencadenó la ocupación del predio que ahora el Estado desaloja en pos del derecho e la propiedad privada.

"Acá vino mi hijo con su familia, que no tiene dónde vivir. Estaban hace cuatro días y ahora los vinieron a sacar pacíficamente, es verdad, pero sin dar una solución para saber cómo seguir", contó una vecina muy afligida mientras recogía del suelo de tierra y pasto colchones húmedos y helados donde todos allí han pernoctado desde el domingo.

"Nos dieron plazo hasta el mediodía... Tenemos necesidad de verdad, no venimos acá porque se nos antoje, sino porque no queda otra. Yo tengo una nena de año y medio, vivo con mi mamá y mi hermano, y no podemos seguir así apretados todos", terció otra joven madre soltera.

La presencia estatal se evidenció de manera activa por el despliegue policial. Los secretarios de Gobierno y de Control y Convivencia, Gustavo Zignago y Carolina Labayrú, acudieron al lugar pero evitaron formular declaraciones a la prensa.

"Tenemos hijos, para qué quieren este lugar baldío, para que sigan robando, violando, matando como hicieron con esa chica embarazada a la que le prendieron fuego", desafió una señora en alusión al macabro asesinato de Georgina Olguín, al otro lado de Circunvalación, a pocos metros de la toma. 

Mientras un oficial de policía procuraba evitar que prospere el piquete y corte de tránsito en Circunvalación, la gente cobraba coraje al verse desalojada. "Se cansarán de sacarnos pero vamos a seguir tomando", soltó otra mujer. 

A su lado, una joven preparaba a sus cuatro hijos y dos cochecitos para emprender la retirada. "Soy de barrio Toba. En casa de mi mamá somos 6 familias con chicos. Hasta ahora no nos han ofrecido ninguna alternativa", dijo.