La dura historia de una pareja desaparecida por la que se condenó al Estado argentino
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) ordenó diversas medidas de reparación luego de esclarecer la dramática historia de un matrimonio y sus hijos.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) condenó este martes al Estado argentino por la desaparición forzada del matrimonio de Mario Roger Julien Cáceres y Victoria Lucía Grisonas Andrijauskaite, ocurrida en un operativo policial y militar durante la dictadura en Argentina en 1976.
La sentencia indica la responsabilidad internacional del Estado por la violación de los derechos al reconocimiento de la personalidad jurídica, a la vida, a la integridad personal y a la libertad personal.
La Corte determinó que los hechos ocurrieron en el contexto del gobierno militar instaurado en Argentina entre los años 1976-1983, período en el que se implementó y ejecutó un plan sistemático y generalizado de violaciones de derechos humanos en el marco de la Operación Cóndor.
El caso se remonta al 26 de septiembre de 1976 cuando se llevó a cabo un operativo policial y militar en la casa de la familia Julien-Grisonas, ubicada en la localidad de San Martín, provincia de Buenos Aires.
Mario Roger Julien Cáceres, de nacionalidad uruguaya, se había refugiado en Argentina por motivos políticos en 1973 a consecuencia del golpe de Estado en Uruguay. Julien fue detenido ilegalmente, herido y visto por última vez el día del operativo militar, aparentemente muerto, según la demanda presentada ante la CorteIDH.
Por su parte, Victoria Grisonas fue también detenida ilegalmente, brutalmente golpeada a plena luz del día frente a su hijo y vecinos, y conducida al centro Automotores Orletti, uno de los centros clandestinos de detención y tortura utilizados.
Los hijos de la pareja, Anatole y Victoria, fueron trasladados clandestinamente a Chile y abandonados en una plaza en Valparaíso, donde posteriormente fueron adoptados. Su abuela paterna luego de años de intensa búsqueda los localizó y fueron los primeros niños desaparecidos recuperados.
El Tribunal internacional, también estableció que Argentina violó los derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial, en perjuicio de Anatole y Victoria, así como su derecho a conocer la verdad acerca del paradero y destino de los restos de su padre y madre biológicos.
En la sentencia, la Corte ordenó diversas medidas de reparación al Estado argentino, como el pago por daños materiales e inmateriales, esclarecer los hechos perpetrados contra Cáceres, realizar una búsqueda seria y con la debida diligencia del paradero de Grisonas y proveer una respuesta ante los requerimientos formulados por Anatole para proseguir en la búsqueda de sus restos.