La difícil situación a la que llegaron muchos inquilinos rosarinos por la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus parece no tener un horizonte auspicioso en el 2021. El próximo 31 de enero se vence el congelamiento de precios de los alquileres y la prohibición de desalojo que estableció el decreto 320/2020 y los locatarios deberán afrontar un crítico panorama: endeudados, sin nueva vivienda y con la segunda ola de coronavirus en proceso.

"El desafío para el 2021 es buscarle una salida al endeudamiento de los inquilinos. Creemos que el DNU 320 (prorrogado por el DNU 766/2020) debe continuar hasta que se logre una política pública que permita salir del endeudamiento, sino vamos a generar una sangría de juicios de desalojo", señaló Ariel D'Orazio. coordinador del Consejo Asesor de Vivienda en la Oficina del Consumidor, en diálogo con Rosarioplus.com.

"Lamentablemente el DNU ha sido un paliativo, necesitamos encontrar mecanismos que pueda resolver el problema de los inquilinos que están alquilando, que no pueden pagar y que no tienen una vivienda donde irse a partir de febrero", advirtió el referente de la Concejalía Popular.

Además, D'Orazio planteó que en el próximo año se tendría que comenzar a discutir cómo aliviar la carga económica que tiene un inquilino dentro de un contrato. "Nosotros estamos proponiendo la creación de un valor de referencia en materia locativa", indicó y agregó: "Hay que repensar el honorario, de qué manera se paga".

Respecto al balance del 2020, el coordinador del Consejo Asesor de Vivienda en la Oficina del Consumidor reflexionó: "Fue un año muy difícil para todas y todas y el sector inquilino no escapó a esta situación. Si bien se sancionó la Ley de Alquileres y el DNU 320, hay sectores que siguen muy castigados porque sus ingresos se licuaron en relación a los aumentos pactados dentro de los contratos". "Tenemos un gran porcentaje de inquilinos que se encuentran endeudados, con problemas para dejar las propiedades y con solicitudes desmedidas de parte de los locadores, Esto genera mucha zozobra porque este año el salario volvió a perder en relación al valor de los alquileres", lamentó.

"El balance es positivo en el marco de la herramienta legal que se sancionó en nuestro país, y es negativo por el alto endeudamiento de los inquilinos y los abusos por parte del mercado inmobiliario fijando precios inalcanzables", concluyó el referente de la Concejalía Popular.

Por su parte, desde la autogestiva Defensoría del Inquilino de la ciudad, plantearon la necesidad de que se extienda hasta julio del año próximo el Decreto 766 que vence el próximo 31 de enero de 2021. 

“Casi el 40% de los inquilinos está endeudado, en Rosario son alrededor de 120.000 inquilinos con dificultades para sostener el pago del alquiler”, afirmó Sebastián Artola, titular de la Defensoría y referente de la agrupación Rosario para la Victoria. “En los últimos meses las principales reclamos y consultas que venimos teniendo son por los exorbitantes aumentos y la imposibilidad de pago”, agregó.

En tanto, desde la organización piden una política de desendeudamiento, con créditos a tasa cero del Banco Nación para que los inquilinos puedan cancelar el pago de los alquileres atrasados. “Hay una actitud muy irresponsable del mercado inmobiliario, aumentando de manera indiscriminada los precios de los alquileres, por eso es necesaria una política pública integral de acceso a la vivienda y, en particular, a la vivienda en alquiler”, indicó Artola y finalizó: “Es imprescindible regular el mercado inmobiliario y pesificarlo para dar una solución estructural al acceso a la vivienda”.

Inquilinos: cada vez más endeudados y con pocas esperanzas para el 2021

Quedarse en casa

Emmanuel Canelli, de la Asociación de inquilinos Rosario, recordó que al comienzo del año el Covid-19 nos llevó a tener que cumplir medidas sanitarias estrictas como la cuarentena y con la premisa de ‘quedarse en casa’ "se tornó más firme que nunca nuestra convicción de defender el acceso a la vivienda: un derecho humano esencial refrendado en todos los niveles estatales e internacionales".

Para Canelli, los Decretos de Necesidad y Urgencia del Gobierno Nacional fueron imprescindibles para batallar contra esta pandemia. Estos son el 320 y su prórroga mediante el 766, los cuales: prohíben el desalojo, prorrogaron la finalización de los contratos de alquiler y congelaron los precios hasta (por ahora) el 31 de enero 2021, no solo para viviendas, sino también para comercios.

"Estas dos herramientas fueron esenciales, sin ellas, no había sistema de salud que soporte la demanda que se hubiese provocado ante una embestida del virus y la gente sin lugar donde transcurrir estos días. También nos llevó a esforzarnos mutuamente, tanto inquilinos e inquilinas como propietarios y propietarias, estos decretos nos sigue ligando con nuestras responsabilidades asumidas a la hora de firmar el contrato, en el punto del pago del canon locativo o deudas que se generen, pero asímismo, afirma un espectro de derechos impensados allá por el 20 de marzo de este año, como puede ser el de definir uno mismo cuando disolver el contrato sin generar un cargo extra, eje muy conflictivo por estos días", amplió.

El propio referente de los inquilinos rosarinos remarcó que "es imperioso" extender las medidas unos meses más. "Hay sectores que hasta el día de hoy, lo único que les genera la posibilidad de tener un techo, es este decreto. Sectores que el 31 de enero se van a encontrar sin un lugar a donde ir. La pandemia sigue restringiendo actividades y cada vez se hace más cuesta arriba llegar a fin de mes, si a eso le sumamos un alquiler, se torna insostenible", resumió..