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Según el último informe del Ministerio de Salud de Brasil, de los 26 estados que componen el país, 4 de ellos confirmaron casos de fiebre amarilla y otros 21 tienen enfermos con síntomas aún bajo investigación. Es decir que ya no hay casi estados en Brasil sin riesgo de la enfermedad.

El gobierno brasileño decidió hace menos de dos semanas declarar “todo el territorio brasileño como área de recomendación de vacuna contra la fiebre amarilla” luego que estados que habitualmente no tienen el virus, mostraran casos, como en Paraná, Santa Catarina y Río Grande del Sur.

Las únicas regiones que por el momento parecen a salvo de la contaminación con el virus están en el norte y el nordeste: Amapá, Roraima, Maranhao, Ceará y Río Grande del Norte. Estas dos últimas provincias brasileñas poseen playas que suelen ser visitadas por turistas extranjeros y argentinos: las próximas a Natal y las de Fortaleza.

Vale recordar que se confirmaron dos muertos en lo que va del año por fiebre amarilla importada, uno en Neuquén y otro en la localidad bonaerense de Lanús, mientras en la Ciudad de Buenos Aires un joven de 24 años lucha por su vida al ser el primer trasplantado hepático como tratamiento a esa enfermedad.

Es por eso que se recomienda que los que viajen a la zona endémica deben ir vacunados por lo menos 10 días antes. Incluso la Municipalidad de Rosario advirtió sobre los riesgos de visitar el estado de San Pablo en las próximas semanas puntualmente por los hinchas de Newell’s y Central, equipos que disputarán la fase inicial de la Copa Conmebol Sudamericana 2018 contra equipos de aquel país.