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La nueva línea de créditos Procrear anunciada por el Gobierno Nacional destinada a todo el territorio nacional para que puedan acceder a la compra de su vivienda, nueva o usada, fue analizada como “inviable para una familia que no tiene un importante ahorro que cubra el valor de la cuota inicial”.

En diálogo con Ariel Bulsicco en Sí 98.9, el referente de la Concejalía Popular Ariel D’Orazio analizó el renovado plan: “Ésto no es un plan de vivienda, es un producto financiero y los grandes beneficiarios son las entidades financieras, no las familias tomadoras de los créditos”.

Esto lo analizó como “una gran mentira” ya que si el tomador del crédito no pone ese 20 o 30 por ciento inicial, no va a poder pagar: “Si tengo sólo un 10 por ciento del valor, no puedo tomar el crédito porque la cuota va a superar o comprometer más del 25 por ciento de mis ingresos”.

En este sentido, el referente de los inquilinos en Rosario remarcó que “hay que analizar bien que si no se cuenta con un ahorro previo que represente el 30 o 50 por ciento del valor de la vivienda, cuando ingrese en el banco el reclamo del crédito va a ser rechazado porque los ingresos no cubren el valor de esa cuota inicial”.

D’Orazio precisó que “la cuota tiene un doble componente: sigue sin subsidiar tasa de interés siguen aplicando la actualización UVA, aplica la tasa de interés anual de 7,5 en los créditos preferenciales, y cuando sumas esa tasa al valor de la vivienda que es cercana a los 85 mil dólares, lo que es difícil de encontrar, y debe ser una vivienda usada, no nueva, para una familia tipo".

"Si a eso sumamos el tope en los ingresos, es muy difícil acceder sin tener un ahorro que supere el valor del 20 o 30 por ciento de la vivienda y sumarlo al subsidio que otorga el Estado Nacional”, agregó.

El ex candidato a concejal recordó que el Estado subsidia capital, y no tasa de interés “porque le permite a los banco la ganancia con un margen del 10 por ciento por lo menos, en relación al salario, de acuerdo a lo que establece con esa cláusula de resguardo de inflación cuando ésta supere en 10 puntos porcentuales el coeficiente de variación salarial”.

Esto significa que “la cuota se puede ir despegando del salario pero no más del 10 por ciento. Cuando sucede esto se aplica un resguardo que se cobra en la cuota que es el 1,5 por ciento de la cuota va destinada a este resguardo, para mantener el 10 por ciento de diferencia y no se amplíe anualmente. Eso evita que ocurra como sucede hoy que las cuotas incrementaron en una proporción a ampliamente los salarios de quienes creyeron este plan y lo tomaron en 2016”.

Finalmente D'Orazio puntualizó: "El resguardo está bien, pero cuando hay una diferencia de diez puntos porcentuales, el salario seguirá corriendo de atrás de la cuota, se complejiza su economía, y va a llegar a un tope. Sería como una cláusula gatillo, pero el salario sigue perdiendo, y el gobierno no entiende la complejidad de la realidad de las familias frente a un crédito hipotecario con cuotas altísimas".