El ministerio de Educación provincial se propuso trabajar para reducir la ola de amenazas de bomba que se registraron en las últimas semanas en instituciones públicas y privadas, y a partir de una denuncia busca que no se terminen convirtiendo en una cuestión rutinaria y natural. Ya existe un requerimiento de información a pedido de la Fiscalía.

En un mes (del 5 de agosto al 2 de septiembre) fueron 22 los llamados anónimos que alertaron sobre falsas bombas en escuelas privadas y públicas ubicadas en diferentes puntos de la ciudad, según información proporcionada por la Brigada Explosivos a Rosarioplus.com. En algunos casos, hubo escuelas que recibieron más de un aviso, en diferentes días, como es el caso del Centro Educativo Latinoamericano, el Politécnico y la Escuela Técnica 467.

La ministra de Educación, Claudia Balagué, reveló que se avanzó en una denuncia para investigar “los teléfonos desde donde provienen esas llamadas", para que no "se transformen en una rutina". Este intento por poner límites busca que no se mecanice este tipo de amenazas de alumnos cada vez que existe un examen como forma de evitarlo.

La situación este año repitió con asiduidad en colegios de la ciudad, tanto privados como públicos. La situación motivó que la fiscal Paola Aguirre solicitara un informe detallado a la Brigada de Explosivos sobre estas situaciones para intentar descubrir qué se esconde detrás del fenómeno. Ahora la cartera de Educación también se suma a las medidas para aplacar el fenómeno.