Con el antecedente de las pintadas que habían aparecido en casi todas las instituciones o sitios emblemáticos de la ciudad con la leyenda "Plomo y humo", en la noche del martes dos jóvenes vivieron una situación muy particular en las inmediaciones del Parque España: fueron apretados por personal de Prefectura, que los frenó para pedirle sus DNI cuando iban a hacer skate al playón contra el río y luego al encontrar aerosoles en el baúl del auto en el que iban, le sumaron golpes.

El hecho ingresó como denuncia a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, al área de Violencia Institucional. El mail que envió una de las víctimas lo refleja así: "A las once y media el día 9/8 a las 23.30 hs en la ciudad de Rosario, Santa Fe, me dirigía junto a un amigo venezolano hacia el playón del Parque España ubicado Arturo Illia y Sarmiento para realizar skate. Antes de poder llegar al playón, precisamente en la esquina, nos interceptó un oficial de Prefectura y nos redujo contra la pared. Nos revisó, nos pidió DNI y nos mantuvo demorados unos 15 minutos, hasta que llegó un patrullero con otros oficiales más, los cuales al no tener motivo alguno para retenernos nos dejaron ir".

La escena continuó a media cuadra del hecho inicial: "Nos volvImos hacia mi auto, un Ford Falcon 1965 en estado de colección. No logramos hacer ni 50 metros con el auto que volvieron los mismos oficiales de Prefectura, pero esta vez con un patrullero, nos hicieron señal de luces y nos volvieron a detener. Nos pidieron que bajemos y solicitaron la documentación del vehículo, que estaba todo ok. Acto seguido empezaron a revisarnos y en ese preciso momento uno de los oficiales -que estaba al mando de la operación- comenzó a pegarle a mi amigo Mauricio, diciéndole que por ser venezolano 'No se pase de vivo, que era visitante en nuestro país', un acto de xenofobia y abuso de poder. Este segundo hecho ocurrió en Catamarca y Sarmiento a las 00.10. Como en el baúl de mi auto había varios aerosoles vacíos (soy artista y pinto murales) volvieron a violentarse usando sus armas como recurso para asustarnos e insultarnos. En ese momento, el mismo oficial que estaba a cargo volvió a mirar a mi amigo y lo volvió a amenazar diciéndole que 'si volvía a suspirar lo iba a desaparecer del mapa'. En consecuencia a todo lo contado, Mauricio empezó a tener episodios de pánico".

El joven adjuntó a su denuncia las fotos de las patentes de los vehículos de Prefectura que participaron del operativo y solicitó a la Secretaría de Derechos Humanos que se pidan imágenes de las cámaras de la vía pública para acreditar su testimonio. Además, ofreció un testigo que providencialmente pasaba por el lugar para sumar a la causa.