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Los reclamos de inquilinos hacia las inmobiliarias respecto de problemas que surgen al finalizar los contratos locatarios, aumentaron un 15 por ciento en la primera parte del año en relación con el mismo período de 2015. Principalmente, denuncian que las exigencias de las inmobiliarias al momento de entregar la propiedad son abusivas y derivan en un gasto económico elevado del que no pueden escapar.

Los datos lo recogió el Consejo Asesor de la Vivienda. Ariel D'Orazio, referente del Centro de Estudios Metropolitanos Concejalía Popular, explicó el mecanismo que revelan los inquilinos: “Las denuncias tienen que ver con los problemas de los inquilinos al momento de devolver la vivienda por las exigencias de las inmobiliarias, ya que exigen condiciones de devolución que no tienen relación con el origen del contrato, es decir, con cómo estaba la propiedad cuando el locatario la recibió”.

Esto deriva, explicó, en un reclamo de sumas de dinero para recibir la llave y poder liberar a los garantes. “Éstos son muy importantes, porque si el inquilino pierde la confianza del garante, se le complica para volver a alquilar”, explicó D'Orazio en Sí 98.9, y detalló que en ocasiones se “necesitan más de 20 mil pesos para mudarse, entre lo que le exige la inmobiliaria de la cual se va, y la nueva del próximo locador”.

El escenario que narran es que las inmobiliarias son juez y parte, por eso entienden que el control del Estado debe tallar para que las inmobiliarias no tengan respuestas dispares luego de dos años. “Este dinero pasa a engrosar la rentabilidad de las inmobiliarias, porque ese dinero que se les cobra no lo invierten en mejorar las condiciones edilicias y el nuevo inquilino lo recibe de la misma manera”, afirmó.