Somos lo que comemos, y si el alimento que ingerimos no está libre de agroquímicos, nuestra salud está en peligro.

El Departamento de Agricultura norteamericano anunció que Argentina se convirtió en el mayor comprador de soja de los Estados Unidos en los últimos tres meses. 

Según la información desde la dependencia estadounidense, 1,3 millón de toneladas métricas de porotos de soja estadounidense fueron inspeccionadas para su exportación a  la Argentina entre el 1º de septiembre y el 22 de noviembre pasados, publicó la agencia Bloomberg. En el mismo período del año anterior, la Argentina no compraba soja a Estados Unidos.

El poroto que tantas satisfacciones económicas le dio a las empresas agroexportadoras que se radican en el país, hoy llega a los puertos santafesinos desde el norte del continente y con un condimento especial: dosis de un poderoso herbicida en su interior, el Dicamba.

En junio, la Secretaría de Alimentos y Bioeconomía del Ministerio de Agroindustria de la Nación publicó en el Boletín Oficial la resolución 30/2018 por la cual aprobó "la comercialización del grano de soja y de los productos y subproductos derivados de éste, proveniente de los eventos MON-877Ø8-9 x MON-89788-1 y su parental MON-877Ø8-9, con el objetivo exclusivo de ser utilizados como materia prima para su procesamiento agroindustrial y con fines de uso alimentario humano y animal, solicitada por la firma Monsanto Argentina SRL”.

Es decir, el Gobierno Nacional habilitó el ingreso al país del poroto XTend, tolerante al Glifosato y el Dicamba (herbicida que está prohibido para ser utilizado en el país). 

"El Dicamba, además de ser una sustancia de contacto, tiene acción de dilución endócrina, por lo cual tiene la capacidad de alterar las hormonas de nuestro organismo", advirtió el médico Damián Verzeñassi, en diálogo con Rosarioplus.com.

Según recordó el titular de la Cátedra de Ambiente y Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario, el poderoso agroquímico, que no puede aplicarse en campos argentinos, tiene un antecedente jurídico en la ciudad, en el cual tres personas iniciaron acciones judiciales por presentar problemas de salud luego de atravesar un campo fumigado con Dicamba. Dos de los denunciantes padecieron daños renales crónicos y el tercero falleció.

"No es la mejor noticia que ingrese al país soja con este veneno", comentó el director del Instituto de Salud Sociambiental (UNR) y agregó: "Estamos siendo expuestos a sustancias que son tan peligrosas que en nuestro país están prohibidas".

Sobre el daño en la salud de los argentinos por consumir los alimentos que se producen con derivados de soja con Dicamba, el especialista explicó: "Estos venenos son dañinos, son disruptores endocrinos, tienen posibilidad de generar alteraciones a largo plazo porque son acumulables en el tiempo".

Además, el médico detalló la dosis del herbicida se magnifica en la cadena alimenticia, "a medida que pasa de un eslabón a otro, la concentración de estos venenos crece exponencialmente".

"Todos los productos farináceos (cereales y derivados integrales) son producidos en el país, salvo los que están advertidos, y son elaborados con derivados de soja", indicó Verzeñassi y agregó: "Comemos galletitas que parecen súper saludables y en realidad tienen soja transgénica. El que se come un producto con Dicamba aumenta el riesgo de poder generar un problema por consumir sustancias que tiene capacidad de alterar nuestras hormonas".

El docente también indicó que los disruptores endocrinos no depende de la cantidad de la sustancia, y con uns "micro dosis se puede generar daño en la salud". 

"Toda la evidencia científica que está publicada establece que los disruptores endocrinos deben ser prohibidos radicalmente por su peligrosidad, aún con microdosis", concluyó.

Senasa le dio el ok

Sobre el ingreso de soja con Dicamba, el director de la región centro del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Cristian Cunha, le había señalado a Rosarioplus.com: "Nosotros le hacemos los análisis, si el producto cumple con las normas de Argentina, ingresa. Es simple" 

"El país necesita importar soja para poder paliar la capacidad ociosa de las plantas (cerealeras) y sobre todo para cuidar las fuentes de trabajo", comentó el funcionario y recordó que el país sufrió la "peor sequía en 50 años".