Sheila Ayala, la niña de 10 años buscada hace cuatro días en la localidad bonaerense de San Miguel, fue encontrada este jueves muerta con varios golpes y, en medio de la conmoción que generó el hallazgo del cadáver sus tíos admitieron ante policías la autoría del crimen, confirmaron fuentes de la investigación y allegados a la familia.
Si bien el comisario general Jorge Figini, jefe de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía provincial, se limitó a indicar ante la prensa que se había encontrado en el predio allanado "un cuerpo pequeño" de "una niña" porque su "identidad no pudo ser certificada", dado que restaba realizar las pericias oficiales, horas después ante el avance de la investigación se ratificó que se trataba de Ayala.

Las fuentes consultadas por la agencia Télam señalaron que además los tíos de la niña, un joven de 24 años que presenta antecedentes penales en la justicia bonaerense y una mujer de 23 que se encuentra embarazada, admitieron tras ser aprehendidos que estuvieron involucrados en la muerte de la nena aunque argumentaron que estaban "muy drogados" para recordar qué pasó.
Ambos quedaron a disposición de la justicia que en principio buscará que los jóvenes ratifiquen la confesión del crimen, tras lo cual "habrá que buscar los móviles" del caso, dijeron las fuentes.
La ratificación del hallazgo del cadáver de una nena se produjo esta tarde en medio de incidentes que protagonizaron familiares y vecinos de Ayala, que atacaron con piedras a los policías que custodian el ingreso a un predio donde se realizó el allanamiento luego de que algunos parientes indicaran que la nena buscada estaba muerta.

La reacción vecinal se produjo en paralelo al traslado de la hermana y el cuñado del padre de la niña a una dependencia policial, tras lo cual Figini afirmó que “no están en condición de detenidos”.
"La única hipótesis que manejamos es que fue una muerte violenta", añadió el jefe policial y señaló que la niña "fue encontrada en una bolsa en un lugar donde se tiraba la basura", un estrecho pasadizo contiguo a la vivienda de la pareja que confesó el crimen. El cuerpo fue hallado en "un predio contiguo al que están viviendo las familias" de Sheila Ayala, una porción de terreno "tomada por unas cincuenta familias, en una zona donde se tira la basura".
"El cuerpo de la nena estaba en una bolsa y fue encontrado por personal policial. Fue una muerte violenta", remarcó.


El jefe de la Superintendencia de Investigaciones en Función Judicial de la bonaerense reiteró: “Como no tenemos la identidad, no podemos certificar que se trata de la niña (Sheila Ayala). Mezclado con la basura estaba el cuerpo de la niña. Tiene que trabajar la policía científica".
Desde la mañana, los operativos de rastrillaje en búsqueda de Sheila Ayala, de 10 años, se habían intensificado y abarcaron una amplia zona que fue peindada por al menos 150 agentes de distintas reparticiones de la Policía bonaerense, canes de rastreo y buzos tácticos.

Al rastrillaje se sumó un grupo numeroso de policías que comenzaron a recorrer todo el barrio Trujuy y zonas aledañas de San Miguel. El operativo tuvo como punto de partida el Club de Polo San Miguel, ubicado en las calles Pardo y Gaboto, en una zona aledaña al barrio Las Casitas, y por la tarde volvieron sobre sus pasos y la búsqueda se centró muy cerca de las viviendas de los Ayala, hasta que encontraron “el cuerpo pequeño de una niña”.


Desde el lunes, los investigadores trabajan con un amplio abanico de hipótesis sobre los motivos de la desaparición de la niña, que van desde una disputa familiar a un posible caso de trata de persona, según fuentes policiales y judiciales.
La niña desapareció el domingo, cuando jugaba en el barrio Villa Trujuy, del partido bonaerense de San Miguel, informaron fuentes policiales.
El Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires había ofrecido una recompensa de 500.000 pesos para aquellos que aportaran algún dato o información sobre el paradero de la menor; mientras que la Justicia decidió que los hermanos de la niña fueran llevados a un hogar de Abrigo porque sus padres no están en condiciones de contenerlos.
La medida se adoptó por la disputa que mantienen Yanina y Juan Carlos, los padres de los niños, por la tenencia de los menores de edad y por el cobro de las asignaciones por hijo.
Fuentes judiciales explicaron que se trata de "una medida provisoria y de resguardo para los menores. No se les quitó la tenencia, ni la patria potestad".