Un joven músico denunció a los empleados de seguridad de un boliche enclavado en la Estación Fluvial, por una brutal paliza que le propinaron el fin de semana, sin que pudiera explicarse el motivo.

"Estaba en el patio con mis amigos, apoyado en la baranda del vip, pero mirando para otro lado. Se me acercan dos patovicas y uno me dice que me quería colar", comentó Isidro Llonch, en diálogo con Rosarioplus.com. Se trata del guitarrista de la banda Coki & The Killer Burritos, hijo además del ex sonidista de Charly García y otros, Jorge Llonch, y de la jueza de instrucción penal Alejandra Rodenas.

El personal de seguridad privada de la disco Zeta lo amenazó con "sacarlo del cuello" si "se seguía haciendo el vivo" y ante la respuesta del muchacho empezó la agresión. "Le respondí que no estaba haciendo nada, y al instante me agarró del cuello y me sacó por el costado junto a otros compañeros", señaló Llonch, indignado por la violencia ejercida sin razón ni derecho por parte de personas sin autoridad competente y en el espacio público, fuera de la disco.

Una vez que se encontraban fuera del boliche, los patovicas arrojaron al joven al piso y se dispusieron a patearlo. Los amigos que había observado la situación intentaron frenar la agresión.

"Logré pararme y les dije que iba a hacer una denuncia. En ese momento, se fueron para adentro", relató el joven agredido y agregó: "Quise hablar con los encargados pero no me dieron ninguna respuesta".

Luego del ataque, Isidro se dirigió al Instituto Médico Legal para ser atendido y registrar formalmente las lesiones sufridas.  

"Lo que busco es que hacer visible que estos casos de violencia institucional existen y no se denuncian", dijo el joven y concluyó: "Esto no se puede repetir".

A cargo de la investigación del caso se encuentra el fiscal de Flagrancia David Carizza.