Un escribano de Morón fue detenido cuando descartaba el cadáver de un hombre descuartizado en la ribera del río Luján, a 50 metros de la basílica de esa localidad del oeste del conurbano, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.

Si bien la víctima aún no fue identificada formalmente, los investigadores presumen que se trata de un hombre de 42 años domiciliado en Castelar, que podría ser el jardinero del imputado.

Según las fuentes, en una declaración a la policía, sin validez judicial, el detenido Ricardo Ignacio Baladía (56) dijo que había matado a ese hombre porque lo descubrió robando en su escribanía, que fue la escena primaria del crimen.


El hecho se descubrió alrededor de las 21 de anoche en la zona conocida como "Recreo Colonial", un paseo que está siendo restaurado por el municipio y donde además hay un restaurante homónimo, ubicado en el cruce de las calles Salveire y Bartolomé Mitre, a orillas del río Luján.

Un vecino vio un auto sospechoso detenido y escuchó que arrojaban algo al agua, por lo que se comunicó con la secretaría de Seguridad de Luján, desde donde enviaron un móvil policial.

Al acercarse al auto, un BMW plateado modelo 528, patente CRE834, los policías vieron a un hombre con las manos ensangrentadas y advirtieron que acababa de arrojar al río una valija que al ser recuperada estaba vacía pero ensangrentada.

Los efectivos también encontraron rastros de sangre y de lo que aparentaba ser masa encefálica al borde del río, y un balde con restos humanos embolsados en el baúl del vehículo.

"El cadáver no está completo. Sólo se pudo recuperar el torso y algunos miembros. Lo que estaba en la valija lo llegó a descartar", dijo a Télam una fuente judicial.

El sospechoso Baladía quedó detenido, en su poder se secuestraron 20.700 dólares y dio varias versiones extrajudiciales respecto a quién era la víctima.

"Primero dijo que era una mujer. Después apareció en el auto una billetera con el DNI de un hombre que presumimos es la víctima", explicó un vocero judicial.

El escribano cambió de versión y, en una autoincriminación sin valor legal, le confesó a la policía que había matado a ese hombre a balazos y lo había descuartizado porque lo encontró robando en su escribanía.

El documento de la presunta víctima pertenece a Miguel Alejandro Pereyra (42), domiciliado en Castelar, que ahora se investiga si era el jardinero del imputado y si es la misma persona que, en algunos registros, figura con antecedentes penales.

Baladía quedó aprehendido a disposición de la fiscal Mariana Virginia Suárez, interinamente a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción 10 descentralizada de Luján, y fue trasladado a los calabozos de la comisaría 2da. de Luján.

La fiscal dispuso el secuestro del auto, la preservación del sitio del hallazgo para el trabajo de los peritos de Policía Científica y un rastrillaje con los buzos de los bomberos de Luján en la zona del descarte del cuerpo, en busca de más restos humanos y algún otro elemento descartado, como herramientas y el arma de fuego con la que dijo que cometió el crimen y de la que es ya se confirmó que es legítimo usuario.

A primera hora de esta mañana, se allanó la escribanía de Baladía, ubicada en la calle Almirante Brown 1085 de Morón, donde se encontraron manchas de sangre y secuestraron vainas servidas, un cuchillo y una hidrolavadora.

El segundo allanamiento se desarrollaba esta mañana en el domicilio particular del imputado, ubicado a tres cuadras de la escribanía, en la calle Santa Fe 1089 y también se dispuso enviar una comisión policial a la casa de la presunta víctima en Castelar.

Los restos del cuerpo que fueron recuperados, ya fueron trasladados a la morgue de Chivilcoy para la autopsia.

Más allá de la versión extrajudicial del detenido, la fiscal Suárez esperaba de los forenses una confirmación formal en cuando al sexo de la víctima y si hay en el torso alguna lesión que revele cómo fue asesinada.

Baladía recién será indagado mañana y que, por el momento, la carátula del expediente es "homicidio simple".