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El caso se asemeja al de Sergio Giglio, el albañil de 22 años que días atrás falleció en un hospital luego de ser trasladado desde una comisaría. Cristian Ordóñez (24 años) murió de una manera muy similar: lo detuvieron en la calle, lo llevaron en un patrullero a una dependencia policial y minutos más tarde tuvo que recibir asistencia médica por una descompostura que terminó siendo fatal.

En el expediente de Giglio, la fiscalía despejó con evidencias la sospecha de apremios y golpes por parte de la policía, una hipótesis que cobró fuerza en un primer momento por cierta inconsistencia en la versión oficial.

La muerte la provocó un civil, víctima de un intento de robo, quien golpeó con ferocidad a Giglio. La paliza, según la autopsia y todas las pericias recolectadas por el fiscal Adrían Spelta, desencadenó en la descompensación que sufrió el muchacho en la comisaría.    

El caso de Ordóñez, sin embargo, no tiene por el momento ninguna certeza. Su muerte ocurrió a mediados de octubre del año pasado en Villa Gobernador Gálvez. La autopsia que se realizó no fue concluyente. La fiscal Georgina Pairola, a cargo de la investigación, espera que el resultado de los exámenes complementarios -aún en trámite- pueda echar luz a un expediente que tiene dos versiones bien opuestas.

Según la policía, personal del Comando Radioeléctrico detuvo a Ordóñez tras recibir un llamado al 911. Un vecino pidió ayuda por un intento de robo en un domicilio de la cuadra. Los uniformados encontraron al supuesto ladrón en “aparente estado de intoxicación por estupefacientes”.

Lo retuvieron por la fuerza y lo trasladaron a la comisaría 29ª, donde se descompuso tiempo más tarde. Un grupo de agentes lo trasladó entonces al Hospital Gamen. Allí sufrió dos paros cardiorespiratorio. Fue estabilizado y derivado al Hospital Provincial de Rosario por la gravedad del cuadro. Ordoñez murió quince horas más tarde en sala de terapia intensiva.

La familia de la víctima entregó otro relato a partir del testimonio de algunos testigos. Están convencidos que la policía lo golpeó al momento de la detención y sospechan que la paliza continuó en el patrullero y en la comisaría.

Las mayores dudas surgen por las irregularidades del procedimiento policial. Ordóñez tenía su documento y su teléfono al momento de ser detenido. Sin embargo, los padres recién fueron notificados a la tarde del día siguiente, cuando su ingresó quedó registrado en la guardia del Hospital Provincial.

“Lo golpearon, no lo calmaron, no avisaron a la familia y no registraron la detención”, sostiene su familia al día de hoy. El joven estaba en pareja y tenía dos hijos pequeños. Era pintor, carpintero y herrero. Luchaba con una adicción a las drogas que empezó en la adolescencia.  

La investigación

La defensa de la familia Ordóñez, a cargo en un primer momento de la doctora Gabriela San Miguel, del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, solicitó a la semana siguiente del fallecimiento que la autopsia se realice con el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de la Nación.

El juez Hernán Postma aceptó la solicitud. El examen se concretó en noviembre con la participación de forenses federales sin un resultado concluyente. “La autopsia no determinó la causa de la muerte. Estamos a la espera que los estudios complementarios arrojen algo de luz”, explicaron desde fiscalía.

La expectativa está centrada en el análisis toxicológico y de anatomía patológica, que sirve para encontrar lesiones o enfermedades. Esta prueba se ordenó en febrero. La otra pericia corresponde al análisis del teléfono celular de la víctima. Se iba a realizar en la Policía Federal, pero la fiscalía y la defensa acordaron que se haga en Rosario para agilizar los tiempos.

Con todos estos informes se hará una “nueva evaluación médica y una revisión conjunta del caso” para intentar determinar la causa del fallecimiento.