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Un hombre de 46 años fue condenado a cinco años de prisión luego de que se comprobaran reiterados maltratos físicos a su ex pareja y a sus hijos, a los que torturó con una picana.

Cristian M. fue visto culpable de seis hechos de violencia de género, ya que no cumplió la prohibición de acercamiento a su ex pareja en varias oportunidades, y la golpeó en más de una ocasión.

El Tribunal presidido por el juez Ismael Manfrin condenó al hombre por los delitos de desobediencia a una orden judicial en cuatro ocasiones, lesiones dolosas leves calificadas (tres hechos), y agravada por la relación preexistente y por mediar violencia de género.

La mujer había conseguido a través de un juzgado de familia que el padre de sus hijos no se acercara a ninguno de ellos, luego de haber atravesado agresiones verbales, físicas y económicas. Sin embargo la orden perimetral de acercamiento no le impidió asediarla sistemáticamente.

Un calvario

El 17 de octubre de 2015 Cristian M. abordó a la madre de sus hijos en Provincias Unidas y Mendoza. El hombre golpeó los vidrios delanteros del auto en el que ella se trasladaba y a la mujer no le quedó más remedio que huir del lugar. Fue solo un episodio de los tantos que ella denunció.

Según se comprobó en la investigación, ese mismo año el hombre torturó a sus tres hijos. Cristian M. utilizó una picana eléctrica y produjo heridas en el cuerpo de los chicos. 

El violento nunca dejó de merodear: esperaba a su ex pareja afuera y cuando ella se subía al auto la sorprendía y la golpeaba.

En una ocasión, Cristian M. intentó abrir las puertas traseras del auto de su ex pareja para alcanzar a los niños que allí se encontraban, provocando un choque con otro vehículo.

Durante el trascurso del juicio, los niños declararon en Cámara Gesell y allí se comprobaron los padecimientos por los que atravesaron durante años.