En los primeros días del 2021 se conocieron las estadísticas oficiales del Gobierno provincial sobre fallecidos por coronavirus, así como de muertes por homicidios y por siniestros viales, y aunque fue el peor de los últimos cuatro años en asesinatos, la diferencia es abrumadora: murieron casi diez veces más personas por covid que por accidentes o inseguridad.

Durante el año 2020 hubo 334 fallecidos en 294 siniestros viales a lo largo del territorio de Santa Fe, y se registraron 373 homicidios. En tanto que en el informe que realizó el Ministerio de Salud, los fallecidos diagnosticados con coronavirus fueron 2993.

La comparativa tiene una salvedad, porque los fallecidos por covid fueron desde abril, poco después en que comenzó a regir la cuarentena, mientras que los números de muertes por siniestros y homicidios se contabilizan desde enero de 2020.

El secretario de la cartera de Salud Provincial Jorge Prieto precisó este jueves en una conferencia de prensa en torno a las restricciones de circulación nocturna emitidas el sábado pasado, que “sin dudas esta decisión se relaciona con la propagación y con los siniestros ya que actualmente muchas camas están ocupadas por accidentes de tránsito y en rutas, por lo que si restringimos ese movimiento habrá menos accidentes y vamos a asistir a más pacientes covid o no”.

A la cantidad de casos que llevó a que la provincia esté ingresando en una segunda ola, Prieto no la relaciona con el comportamiento del virus por clima de la temporada estival, sino con el comportamiento de los ciudadanos en el marco de los festejos de Navidad y Año Nuevo, algo que también se observó en la cantidad de fallecidos por accidentes de tránsito (ver aparte).

“Venimos de un mes muy especial, que mucha gente sin dudas necesitaba el encuentro, familias que hacía más de un año que no se veían y han tomado sus licencias anuales para encontrarse con sus afectos. Si bien lo preveíamos, este mes particular la emoción superó al cuidado, y es muy difícil a puertas cerradas optimizar esto”, analizó Prieto.

Resta destacar de la tabla oficial de muertes con diagnóstico de covid positivo que más de la mitad sucedieron en Rosario (1782 personas), a la cual sigue Santa Fe con 360 y en tercer lugar el departamento General López con 247.

El año 2021 recién comienza y la pandemia continúa con un contagio en ascenso mientras la provincia avanza con las vacunaciones que, según el propio Prieto, “se espera llegar al 30 por ciento de la población para el otoño”.

Bajo este panorama delicado sólo resta volver a tomar conciencia de los cuidados que se repiten como mantras en los medios (lavado de manos, barbijo y distancia social) mientras se esperan los buenos resultados de las vacunaciones que frenen los contagios.

El año será largo y el verano, difícil, por lo que cada día es una afrenta para los santafesinos en las decisiones y descuidos en esta contienda desigual contra un bicho microscópico cuyos efectos a largo plazo aún se desconocen. A combatir con paciencia y cuidados con los afectos.

El contexto no apaciguó la cantidad de homicidios

El año de la pandemia lejos de apaciguar los efectos de la inseguridad, aumentó en un 27 por ciento la cantidad de crímenes en la ciudad de Rosario y localidades vecinas. Si bien hubo un descenso en abril y mayo por la cuarentena, después los asesinatos superaron la marca anterior de 168 y se remontan a niveles anteriores al 2017. 

Las causales de las personas muertas por situaciones de inseguridad o violentas responden a mecanismos muy divergentes a lo que se conoce como los descuidos de un siniestro vial y de los cuidados de distancia social, barbijo y lavado de manos. Por ende se trata de números más delicados, que aunque son efectivamente diez veces menos que los muertos por coronavirus, reviste gravedad si se recuerda que 373 muertos es una cifra superior a las contabilizadas en los años 2017, 2018 y 2019.

El informe emitido por el Observatorio de Seguridad Pública, que responde al Ministerio de Seguridad y al Ministerio Público de la Acusación, surge de una combinación de fuentes judiciales y policiales, y contiene todos los homicidios dolosos o sucedidos en el contexto de otro delito doloso que se haya registrado durante el 2020.

El viernes el gobernador Omar Perotti aseguró que a pesar de estos números en alza –y de un comienzo de año no menos grave- “no habrá desembarco de más fuerzas federales, los que hay se van a distribuir -son más de tres mil-, y Gendarmería se va a reacomodar en el mapa del delito”.

Perotti adjudicó el aumento de la delincuencia a una consecuencia de la crisis económica, algo que también había hecho el ministro de Seguridad Marcelo Saín. "De la misma manera que no podemos comparar este año con cualquier otro en economía, recaudación, desocupación, lo mismo tiene correlato con la inseguridad. Pasamos de un nivel de pobreza del 30 al 50 por ciento. Cuando crece el nivel de pobreza, lo dicen distintos especialistas, crecen los delitos predatorios", aseveró en diálogo con los medios.

En torno a la situación de extrema violencia en Rosario en donde aparecieron cuerpos desmembrados, antes de fin de año el ministro de Seguridad provincial evitó analizar esta nueva práctica respondiendo que “la Fiscalía ya tiene al responsable”, y aseguró que “hay bandas que matan a la mexicana, pero la inseguridad también son los dirigentes, fiscales y jueces en connivencia”.

Los fallecidos en accidentes fueron muchos durante las fiestas

La Dirección Provincial del Observatorio Vial observó una baja de la cantidad de siniestros viales durante el encierro de la pandemia por la prohibición de circulación en todo el territorio. Pero esto fue subiendo en cada etapa de reapertura, y en las fiestas hubo un pico preocupante.

El subsecretario de la Agencia Provincial de Seguridad Vial Osvaldo Aymo destacó que “en diciembre hubo 47 muertos, 12 de los cuales fueron entre el 24 y el 27, en las fiestas entre Navidad y antes de fin de año”.

“El mes que tuvimos menos muertos fue abril, cuando no teníamos circulación, o era restringida por la cuarentena. Fue en el comienzo del encierro, que fallecieron 17 personas”, precisó Aymo.

Luego destacó que en octubre se vio un gran cambio ya que “la circulación ya era prácticamente normal, pero la cantidad de fallecidos si se compara al mismo mes de 2019 fue baja también”.

Aymo dedicó una observación aparte en torno al pico de fallecidos en siniestros viales en diciembre pasado, ya que un alto grupo viajaba sin cinturón y por esa causa hubo varios que resultaron despedidos del vehículo, algo que consideró inconcebible a esta altura del desarrollo de la industria automotriz.

“De diciembre, que hubo 47 fallecidos, un total de 12 fueron entre los días de Nochebuena y Navidad. Y de éstos, un total de cuatro personas salieron despedidas del vehículo. Es algo increíble, porque existe el cinturón de seguridad desde el año 1969. En Argentina hay una muy baja tasa de uso del cinturón. Y hay que recordarlo, usarlo evita causas graves de lesión y muerte”.