El fiscal Ademar Bianchini investiga por estas horas las circunstancias en las que un hombre murió el domingo al mediodía, en zona norte de Rosario, víctima de un paro cardio respiratorio, cuando vecinos lo detuvieron para evitar que asaltara a un joven que había llegado por una cita para cambiar dólares.

Juan Ramón S. se llamaba el hombre, de 35 años, que pereció en Urunday al 1200 –altura Rondeau 3800, barrio La Florida–  al descompensarse en un forcejeo y pelea con vecinos.

Según voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA), hasta allí había llegado un joven de 27 años, cita previa por Facebook, a cambiar pesos por dólares con una tercera persona. Al parecer, fue un encuentro tramposo, porque al arribar apareció S. y un cómplice en una moto. A punta de pistola, le exigió el dinero que traía en una riñonera, pero había testigos de la escena que advirtieron el atraco y se involucraron cuando el joven asaltado se resistió.

Entre forcejeos, hubo un par de vecinos que ayudaron a la víctima a zafar del atraco y zamarrearon al fallido ladrón. Todos cayeron sobre el pavimento y allí los vecinos se abalanzaron sobre el asaltante y lo redujeron. El cómplice, en moto, escapó y dejó a su cómplice a merced de sus captores.  

Fue entonces cuando los vecinos advirtieron que el ladrón comenzó a descompensarse. Llamaron a la policía y a una ambulancia. Al llegar los médicos del Servicio Público de Emergencias -SIES- constataron la muerte del sospechoso como consecuencia de paro cardiorrespiratorio.

El examen preliminar realizado en el lugar por los peritos forenses indicó, "que presentaba escoriaciones superficiales en ambas manos, mentón y dorsales, sin constatar ninguna otra lesión de jerarquía".

El cadáver fue trasladado al Instituto Médico Legal de la Unidad Regional II de Rosario para la autopsia de rigor, con el fin de establecer la causa precisa de la muerte.

En tanto, los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) secuestraron de la escena del hecho una pistola Bersa con cartuchos intactos calibre 22 milímetros y un celular que presuntamente portaba el atacante.

Por el momento, el caso tiene el rótulo de “muerte dudosa”. El fiscal Bianchini aguarda los resultados de la autopsia para evaluar un eventual cambio de calificación.