El caso, en su momento, pasó desapercibido en la agenda policial. Solo los medios locales, las radios y los noticieros del Cordón Industrial se hicieron eco de la denuncia. Hoy, tras el fusilamiento policial en Capitán Bermúdez, aquella historia cobra fuerza por tratarse de un antecedente del que nadie tomó nota. 

El domingo pasado, las víctimas fueron Juan Cruz Vitali y Florencia Ballina, su novia. Los jóvenes volvían de bailar, chocaron un cono de un operativo policial, se asustaron, escaparon a toda velocidad y fueron perseguidos a los tiros por un grupo de policías. La cacería terminó cuando Juan Cruz frenó la marcha del auto en la casa de su tío. Al bajar, el oficial Sergio Di Franco lo ejecutó por la espalda. 

La mañana del 14 de agosto de 2017, las víctimas fueron dos adolescentes, Santiago y Franco, de 15 y 18 años. Los chicos volvían de bailar. Iban en una moto. Manejaba Santiago, el más chico. El vehículo era de su papá. Se lo había llevado a escondidas, sin su autorización. 

Un móvil policial les tocó bocina para que detuvieran la marcha. Asustado, Santiago aceleró e intentó escapar. Franco le dijo a los gritos que frene, que "la cosa se iba a poner peor". Al bajar la velocidad, un patrullero los encerró. El policía que iba en el asiento del acompañante desenfundó su arma y empezó a disparar. Santiago volvió a acelerar. Detuvieron la marcha tres cuadras más adelante, cuando vieron que más patrulleros se sumaron a la persecución. 

[San Lorenzo]DENUNCIAN GOLPIZA DE LA POLICIASantiago y Franco de 15 y 18 años respectivamente, fueron golpeados y recibieron varios disparos por parte de policías, según relata uno de ellos y la mama del menor. El hecho ocurrió el sábado cerca de las 6 de la mañana, cuando los chicos habían ido en moto a una panadería ubicada en San Martin y Richieri. Luego, la policía los empezó a seguir y al no detener la marcha, los jóvenes fueron perseguidos y luego golpeados. Compartimos sus palabras.

Publicado por Televisión Regional en Martes, 15 de agosto de 2017

Los chicos sacaron sus documentos y gritaron "no somos delincuentes" al ver que los policías se acercaban empuñando sus armas. Los bajaron a los empujones, los tiraron al piso y los golpearon en medio de una lluvia de insultos. Luego, los trasladaron hasta la Comisaría N° 1 donde quedaron incomunicados hasta el mediodía. 

Una vez liberados, la mamá de Santiago contó su calvario a las cámaras de Televisión Regional. "Mi hijo cometió el error de llevarse la moto sin permiso, de eso me hago cargo. Pero no me puedo hacer cargo del abuso policial. No había derecho a tanto. Los persiguieron con disparos, los golpearon, los detuvieron, los desnudaron y los dejaron incomunicados", se quejó.

La mujer contó que los policías amenazaron a los chicos para que no denunciaran los golpes. "Les dijeron que tenían que decir que se habían golpeados al caer de la moto, que caso contrario los iba a volver agarrar en la calle", relató la madre. 

Al ser liberados, la mujer le pidió una explicación a uno de los policías que participó de la persecución. "Me dijo que pensaron que eran dos delincuentes y que tenían armas. Que entonces se tenían que defender, que era lo normal". 

El argumento de "defenderse ante el peligro de un hombre presuntamente armado" fue el que utilizó el abogado del oficial Di Franco en la audiencia imputativa. A Juan Cruz esa simple sospecha le costó la vida.