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Este jueves se inició el juicio oral contra Federico Aranda, acusado de matar a golpes a su pareja, Nadia Benítez, en febrero de 2017 en su vivienda de calle Einstein al 5700 tras una discusión en una cena con amigos.

El fiscal Adrián Spelta de la Unidad de Homicidio le atribuyó el cargo de “homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género en concurso real”, solicitando la pena de prisión perpetua. El tribunal a cargo del debate y que definirá la condena está integrado por los jueces de Primera Instancia Román Lanzón, Ismael Manfrín y Mariano Aliau.

Aquel 6 de febrero, Nadia fue encontrada sin vida en el patio de su casa. Su pareja aseguró entonces que había caído del piso superior. Dos días después, Aranda fue imputado por femicidio, y desde entonces se encontraba cumpliendo prisión preventiva.

El femicidio de Nadia afectó a sus familiares y vecinos de barrio Ludueña, quienes decidieron armar la agrupación de mujeres en el barrio porque consideraron que les faltaban herramientas para evitar los femicidios y la violencia hacia las mujeres en los barrios.

Hasta que se conocieron las pruebas, aún se hablaba de un accidente doméstico. Desde la agrupación Mujeres de Barrio recordaron: “Entonces dijo que él no estaba cuando pasó, que le entraron a robar, pero se encontraron rastros de ADN del agresor”.

La pericia constató una fractura mandibular, golpes en la base del cráneo que le provocaron la muerte, e incluso que la joven de 32 años fue arrastrada mientras seguía con vida.