Una vecina de Mendoza al 300 denunció que este domingo a la tarde restos de mampostería de un edificio lindero cayeron sobre su patio balcón. El derrumbe no terminó en tragedia por milagro.

Gladis, de 56 años, escuchó un estruendoso ruido en el sector de la rampa de cocheras de su edificio y se asustó. Desconcertada por la procedencia del sonido se asomó a su patio balcón y observó que el piso estaba lleno de escombros.

Al mirar hacia abajo, la mujer pudo constatar que la planta baja del edificio también estaba llena de cascotes. Ante la incomprensible situación, la vecina comenzó a buscar el motivo de la lluvia de escombros y encontró un un gran agujero en una edificación lindera.

Para evitar otro chaparrón de rocas, Teresa G. (64 años) se comunicó con la Central de Emergencias 911 y denunció el hecho.

A los pocos minutos, agentes policiales acudieron al lugar y realizaron un cerco perimetral a fin de resguardar la zona afectada. Además, se hizo presente personal de Defensa Civil y GUM. No se registraron lesionados.