La carta del Papa Francisco por el bicentenario de la Independencia nacional, tuvo un claro destinatario: Mauricio Macri. “La Patria como la Madre, no se vende”, dice el principal tramo de la esquela que le envió su Santidad al titular del Episcopado argentino, el receptor oficial del texto papal. Otros párrafos hacen referencia a “los que más sufren” y a los que se encuentran “sin trabajo”. Francisco lo aclaró hace poco, “no tengo nada personal contra Macri”. Ni falta hizo que agregara que sí está en contra de las políticas públicas que encarna el presidente argentino. El mismo que hace poco firmó un decreto que permitirá extranjerizar las tierras de los argentinos anulando una ley que lo impedía. Si eso no es “vender la Patria” literalmente, qué lo será. Hay que recordar que el Papa tiene como premisa básica: Tierra, Techo y Trabajo. Lo que ya se conoce como la regla de las tres T.

Pero más allá de la misiva papal, el gobierno nacional recibió esta semana otro disparo en la línea de flotación. El fallo de Cámara de La Plata que anuló los aumentos en las tarifas del gas de todo el país, puso en aprietos al ministro Juan Aranguren que más temprano que tarde terminará abandonando el gabinete asumiendo todo el costo por los tarifazos. Ahora Macri espera la resolución de la Corte Suprema donde, al contrario que el gobierno, muchos ven un fallo adverso a la expectativas de Cambiemos.

A esta altura es claro que se combinaron un par de factores para que estas facturas exorbitantes llegaran a las casas de los argentinos: Un real impericia política para gestionar cualquiera de los resortes del Estado y un altísimo grado de insensibilidad social. No es posible entender de otra manera cómo un funcionario o un gobierno lleguen a creer que un jubilado o un trabajador podría afrontar un tarifa que en muchos casos representa la mitad de su ingreso y otros casi la totalidad. Es claro que por más esperanza en este gobierno que tenga una persona, ya la segunda factura con incrementos por encima del 1000%, no la iba a pagar.

Los aliados más cercanos empezaron a despegarse rápidamente del tema cuando vieron que los jueces –más de nueve fallos en todo el país- comenzaron a decidir a favor de la gente. El primero fue Ernesto Sanz quien asumió costos en primera persona. “Nos equivocamos feo en el tema de las tarifas”, dijo. Y luego Margarita Stolbizer quien aseguró que el gobierno de Macri “no debería apelar” los fallos contra el tarifazo y retrotraer la situación tarfaria al mes de febrero. Por su lado, Sergio Massa ya había utilizado una figura bien gráfica para describir la situación: “En el tema de las tarifas, el gobierno entró a un quirófano con una motosierra”, dijo el líder del Frente Renovador.

Mientras tanto, unos 14 millones de argentinos hemos transferido hasta el momento entre luz y gas, unos 2.400 millones de pesos extra a favor de las empresas productoras de luz y gas por decisión del gobierno. Además, el pretendido ahorro en subsidios no llegó porque el gobierno los sigue pagando en estos rubros. Ahora deberá venir el sinceramiento del sinceramiento.