El juez Pablo Pinto dictó prisión preventiva por plazo de ley para el preso que extorsionó desde la cárcel a comercios rosarinos. Su novia, que ingresó el teléfono a prisión, estará 60 días detenida.  El juez Pinto, además, realizó un llamado de atención al Servicio Penitenciario por la repetición de hechos similares y reconoció el gasto que implica para el Estado poner custodia fija y mover toda la maquinaria cada vez que suceden amenazas de este tipo. 

La mujer imputada había sido detenida este miércoles. Según la fiscalía, tanto ella como su pareja, detenido en la cárcel de Piñero, son responsables de la amenaza extorsiva proferida en febrero último contra la concesionaria de autos Pesado Castro y contra la pizzería El Gran Chopp. La fiscal Valeria Haurigot los acusó de amenazas extorsivas que se realizaron desde el mismo penal de las afueras de Rosario, contra responsables de los comercios referidos.

La mujer se encargó de introducir un teléfono móvil el 16 febrero a las 14.53 en una visita a su pareja en la prisión. Al día siguiente, comenzaron las amenazas. La Policía también busca a una hermana de la detenida, como presunta cómplice. 

La amenaza contra la chopería había llegado en forma de mensaje de WhatsApp: "Decile que tiene que pagar a la mafia. O ya sabe. Que se comunique antes de medianoche", decía la leyenda.  Ni en la pizzería ni en la concesionaria cedieron al apriete y radicaron la denuncia penal. 

Estos hechos evocaron por esos días un apriete similar ocurrido el 24 de enero contra el bar de Pellegrini y Ovidio Lagos: "Pagá 200 mil o te baleamos como al Establo", dijeron esa vez en alusión al atentado a tiros perpetrado el año pasado contra la parrilla de Pellegrini e Italia. También hay que sumar a esta seguidilla un tiroteo parecido al carribar Jorgito Junior's, en 27 de Febrero y Maipú, y a cuatro estaciones de servicio.